La gala realizada por el BNC, este 1ro. de enero, en la sala Avellaneda del Teatro Nacional de Cuba, proyecta una profunda reflexión entre quienes observamos la huella del Ballet Nacional de Cuba, en su aniversario 75 y su vínculo con la Revolución Cubana.

A solicitud de Tribuna de La Habana, la primera bailarina y directora del BNC, Viengsay Valdés, comparte a lectores y seguidores la esencia de los criterios que defendió desde 2019, como subdirectora artística y, posteriormente, desde la dirección general del Bnc en 2020, con una alta exigencia en la proyección y
calidad técnica e interpretativa.

Siempre se reclamó a sí misma y es, por tanto, lo que pide a los integrantes de la compañía en las palabras de la prima ballerina assoluta Alicia Alonso: No puedo separar mi condición de artista de la de ciudadana, como no me siento adherida a la Revolución Cubana ni condicionada por ella, porque ocurre que yo soy una
parte de ella. Para mí es una cuestión de naturaleza, de esencia.

¿En lo personal qué significa para usted sostener en cada presentación del Bnc aquellas palabras de Alicia?

—Podría responderle citando las palabras de Alicia: “Para mí es una cuestión de naturaleza, de esencia”. Al igual que todos los bailarines, maestros y ensayadores, equipo técnico y todos los que hoy integramos el Ballet Nacional de Cuba, nacimos, crecimos y nos formamos después de aquel glorioso Primero de enero
de 1959. A la Revolución y -a nuestro esfuerzo, nuestra constancia, perseverancia y talentodebemos
hoy lo que somos. 

Viengsay, gratitud y ejemplo para el BNC. Foto: Cortesía de la entrevistada

“Por tanto, para mí se trata de continuidad, de sentido de pertenencia y orgullo (y replico haciendo mías las palabras de Alicia), es “un proceso tan natural y orgánico como respirar”. Este 2023 resulta un año en el cual la compañía ha mostrado una intensidad de presentaciones. 

¿Cómo valora el crecimiento del BNC en el año que culminó?

—Muy positivamente. El año que recién concluyó fue muy especial para el Ballet Nacional de Cuba. Como es bien conocido, festejamos dos importantes efemérides: el aniversario 80 del debut de Alicia en el papel titular de Giselle, hecho de gran trascendencia para la historia de la danza cubana y universal; y el septuagésimo quinto aniversario de la compañía, con una muy exitosa temporada que bajo la
denominación de Jubileo se desarrolló, principalmente, en la sala Avellaneda del Teatro Nacional, del 6 al 28 de octubre, con tres programas distintos, más la muy emocionante Gala que clausuró estas jornadas.

Trece funciones y 20 coreografías diferentes, en las que varios bailarines, jóvenes y consagrados, debutaron en papeles principales, y en las que contamos con las actuaciones de bailarines invitados de otras agrupaciones nacionales y extranjeras, como el Ballet Español de Cuba, el Ballet del Teatro Municipal de Santiago de Chile, el Ballet Nacional del Sodre, de Uruguay, o el Ballet Nacional de Noruega.

“Uno de los mayores atractivos de esos días fue el rescate de algunos títulos importantes en la historia del Bnc que llevaban varios años sin escenificarse. Sin embargo, me gustaría aclarar que, en realidad, los festejos por estos importantes cumpleaños se iniciaron un año antes, exactamente el 28 de octubre de 2022, es decir, el mismo día que el Ballet Nacional de Cuba celebró los 74 años de su primera función pública, durante el 27mo. Festival Internacional de Ballet de La Habana Alicia Alonso, con la primera de cinco funciones del ballet Giselle –nuestro título emblemático–, con la cual quedaron oficialmente inauguradas estas celebraciones.

Foto: Cortesía de la entrevistada

“Con el éxito que siempre la ha caracterizado, nuestra compañía actuó en varias provincias del país, como Matanzas y Pinar del Río, y cumplió con varios compromisos internacionales como la presentación especial
en el Festival Abu Dhabi Classics, en Emiratos Árabes, a finales de 2022; actuaciones en Costa Rica, República Dominicana, Panamá, México, y en distintas ciudades españolas, con un novedoso y para algunos críticos, sorprendente repertorio. No quisiera dejar de destacar en esta escueta enumeración de acciones
desarrolladas por la compañía a lo largo de este año de festejos y conmemoraciones, la incorporación
de nuevas coreografías en nuestro repertorio –muchas de ellas estreno en Cuba o creaciones mundiales–, de notables artistas como el británico Ben Stevenson, el brasileño Ricardo Amarante, el canadiense
Eric Gauthier o la española Susana Pous, que concibió un ballet especialmente para nosotros.

“Las galas para celebrar la fundación de La Habana, el 80 cumpleaños de la primera bailarina y maestra Aurora Bosch –figura imprescindible en la historia del BNC–, y el centenario de la Federación Estudiantil Universitaria (FEU), cuya relación con nuestra agrupación es de vitales significación y trascendencia.

Recordar nuestra participación en el 30mo. Festival La Huella de España, en el que rescatamos el ballet
Bodas de sangre, de Antonio Gades, tras 11 años ausente de los escenarios cubanos. “Una función que unió por primera vez en esa importante coreografía a bailarines del Ballet Nacional de Cuba y de la
Compañía Antonio Gades. O en las galas por el aniversario 95 del natalicio de Che Guevara y en recordación del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, por el 7mo. aniversario de su muerte.

También el pasado año, y como consecuencia de un incesante desarrollo, varios bailarines de la compañía fueron promovidos a rangos artísticos superiores, resultados que se dieron a conocer días antes del inicio de la temporada Jubileo.

“Momentos muy significativos fueron las distinciones y homenajes que el Bnc y varios de sus integrantes recibimos durante el pasado año. Así, por ejemplo, el Consejo de Estado concedió la Orden Félix Varela de Primer Grado al historiador Miguel Cabrera; al director del Museo de la Danza, Pedro Simón; al pintor
y diseñador Ricardo Reymena; y a mí, que recibimos de manos de nuestro Presidente, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, en ceremonia oficial.

“Ese mismo día, los primeros bailarines Sadaise Arencibia, Anette Delgado y Dani Hernández y el periodista José Ramón Neyra recibieron la Medalla Alejo Carpentier, mientras que otros bailarines e integrantes de
la compañía fueron condecorados con la orden Juan Marinello y la Distinción por la Cultura Nacional. A estos reconocimientos se suman, igualmente, los recibidos de la Unión de Jóvenes Comunistas, la Central de Trabajadores de Cuba, y la Federación de Mujeres Cubanas, entre otras instituciones y organismos.

“Fue, como puede inferirse, un año muy intenso. Jornadas de continuos y agotadores ensayos de obras que muchos de sus intérpretes, tanto del cuerpo de baile como de los personajes principales y secundarios,
asumían por primera vez, pero también de muchas satisfacciones y emociones. Estoy muy orgullosa de mis bailarines y de mi compañía”.

nyr/Tribuna de La Habana