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Fotograma de La campaña, de Eduardo del Llano / Tomado de Granma
Tras 64 años de existencia el Instituto Cubano de
Arte e Industria Cinematográficos (Icaic), no ha dejado de ser cronista de la Revolución.
La institución ha sabido adaptarse a los cambios que imponen los procesos tecnológicos
y las nuevas formas de hacer cine, en los que intervienen actores independientes
con los que trabaja en aras de continuar impulsando una producción nacional que,
en medio de limitaciones económicas y de intensas campañas de desacreditación, no
para de regalarle al pueblo nuevas obras.
Como parte de las celebraciones por este nuevo aniversario
se estrenó el pasado día 19 el animado Fernanda y el extraño caso del mensaje
a Figueroa, del realizador Mario Rivas. En el filme, Fernanda y sus amigos viajan
a la época de las guerras por la independencia de Cuba, a través de un bisnieto
del coronel Figueroa, que busca reivindicar a su bisabuelo. Mañana, cuando se celebra
la fundación del Icaic, se realizará en la Casa del Festival la entrega del Premio
Nacional de Cine 2023 a la reconocida maquillista cubana Magaly Pompa.
Vale recordar, también, que en esa misma fecha,
pero de 2020, el cine cubano sufrió la lamentable
pérdida de uno de sus grandes, Juan Padrón Blanco (caricaturista, ilustrador, historietista,
guionista y realizador), premio nacional de cine 2008 y premio nacional del Humor 2004. Creador del
querido personaje de Elpidio Valdés fue pilar fundamental del cine de animación
en la Mayor de las Antillas.
En materia de estrenos también se anuncian las obras
Todos los días son 8 de marzo, de Liset Vila, del proyecto sociocultural
Palomas; Tartesso dune, de Josué García; #Habanalike, de Giselle Lominchar;
La campaña, de Eduardo del Llano, y Guantes sin ring, de Karen Sotolongo.
Estos muestran diferentes visiones estéticas y temáticas, entre las cuales destaca
la inclusión social, el rescate de la memoria histórica, la doble moral y el impacto
de internet en la contemporaneidad.
Las últimas cuatro creaciones son fruto de la convocatoria
del Fondo de Fomento del Cine Cubano, hecha por el Icaic. La primera de ellas parte
de una amplia muestra de materiales de archivo desechados y dañados por los años
para cuestionar el deterioro de la ciudad de Caibarién, ubicada en el centro del
país. La segunda se centra en la irrupción de las redes sociales en la vida cotidiana
de los jóvenes a partir de situaciones que rozan el absurdo, pero que forman parte
de la realidad. El cortometraje transcurre en La Habana, en un parque wifi,
donde cuatro jóvenes enajenados de la cotidianidad navegan en el mundo virtual a
través de sus perfiles, pero entran en conflicto con la realidad que los rodea y
con la imagen que desean proyectar a los demás.
La tercera propuesta se basa en el cuento homónimo
del propio director que verá la luz este año como parte del libro El sueño terminó.
Del género ficción, el material viaja a los años 60 del siglo XX cuando acontece
la Campaña de Alfabetización en la Isla, pero se centra en una historia diferente
sobre la relación entre un brigadista y la familia que le asignaron para enseñarle
a leer y a escribir; mientras, la cuarta, se acerca a la vida de algunas de las
mujeres que encabezan la representación del boxeo femenino en Cuba, una disciplina
cuya práctica profesional fue aprobada en diciembre de 2022.
Excepto Tartesso dune, informa Prensa Latina
que estará en la presentación oficial, pero no en el resto de las proyecciones,
pues desarrolla su recorrido internacional, los demás estarán en la cartelera del
Multicine Infanta durante tres semanas.
amss/Tomado de Granma
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