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Foto: Tomada de Granma
Con toda propiedad, la Feria
Internacional del Libro de La Habana 2023 celebra el centenario de Antonio
Núñez Jiménez. El homenaje anticipa el siglo que media de su nacimiento en
Alquízar, el 20 de abril de 1923, a nuestros días.
Mas esto es solo un pretexto; Núñez hizo de la
escritura y su reflejo editorial un ejercicio prominente. Pocos autores en la
segunda mitad del siglo XX cubano poseen un catálogo de publicaciones tan
nutrido y abarcador como el que nos legó, libros formadores, transidos de
conocimiento y pasión, de avidez y entrega culturales.
Digámoslo de una vez: el
geógrafo, el espeleólogo, el explorador, el científico, el capitán del Ejército
Rebelde, el diplomático fue y es un escritor de raza, y ello se está poniendo
de relieve una vez más en el transcurso de la Feria, de modo tal que, para las
generaciones de hoy, la lectura de sus textos sea necesaria.
El Instituto Cubano del
Libro y la Fundación Antonio Núñez Jiménez de la Naturaleza y el Hombre han
concebido un programa sumamente atractivo, que incluyó, entre otras acciones,
un coloquio en el teatro Hart de la Biblioteca Nacional José Martí –debe
subrayarse el hecho de que tuvo lugar en el espacio que lleva el nombre de un
revolucionario e intelectual con quien compartió arduas y hermosas tareas y,
por supuesto, una sólida amistad– y la realización de un foro científico
consagrado a resaltar su papel como divulgador de las ciencias y la cultura
cubanas.
En ese contexto llega a
los lectores un libro suyo que condensa las virtudes del autor: El Turquino.
Rosario Esteva, premio nacional de Edición 2017, recuerda cómo «nosotros, los
cubanos, siempre nos hemos enorgullecido de la belleza del Turquino y de su
altura, considerada la montaña más alta, nuestra montaña del cielo, como la
llamó Núñez»; y valoró la manera en que el autor “supo escribir este libro con
delicadeza y sensibilidad –diría, sin temor a equivocarme– casi poética”.
Núñez Jiménez impregna las
páginas de la obra con sugerentes imágenes del paisaje que complementan y
apoyan el dato geográfico, y va mucho más allá al recrear las visiones del
Turquino en la poesía de Juan Cristóbal Nápoles Fajardo (El Cucalambé), Carlos
Manuel de Céspedes y Manuel Navarro Luna; el emplazamiento en su cúspide de un
busto de José Martí, el 19 de mayo de 1953, por iniciativa del doctor Manuel
Sánchez Siveira, su hija Celia, y un grupo de amigos renuentes a que el Apóstol
fuera mancillado en el año de su centenario; el bastión insurrecto de Ejército
Rebelde durante la gesta libertadora; y el regreso de Fidel a la cumbre en
1959, luego del triunfo revolucionario.
Compañero del Comandante
en Jefe en tareas y momentos cruciales del radical proceso de transformaciones
que sobrevino a la toma revolucionaria del poder, Núñez Jiménez aportó
valiosísimos testimonios en su libro En marcha con Fidel.
Viene a punto significar
el descomunal proyecto editorial emprendido por Núñez Jiménez al eslabonar la colección
Cuba: la Naturaleza y el Hombre, 50 tomos en los que, con alcance
enciclopédico, se propuso concentrar la historia, la geografía y la cultura de
la nación.
El homenaje de la Feria
confirma la vigencia del juicio que sobre él emitió el poeta Nicolás Guillén: “Núñez
no es solo el viajero, el científico, el capitán guerrillero, el relator de
sucesos a punto de ser historia, también es quien mejor conoce la Isla”.
amss/Tomado
de Granma
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