El Dr. en Ciencias Toshifumi Takao, profesor de la Universidad de Osaka, Japón, cuya historia está unida a la ciencia cubana, de manera especial al desarrollo de nuestra Biotecnología, recibió el Doctorado Honoris Causa en Bioquímica en el Aula Magna de la Universidad de La Habana (UH).
La rectora de la Alta Casa de Estudios, la Dra. en Ciencias Miriam Nicado García, hizo entrega del reconocimiento; acto de gran significado para su colectivo de estudiantes y profesores en el año 295 de la UH.
La Dra. en Ciencias Marta Ayala, directora del Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB), destacó en su discurso los aportes del eminente científico a la espectrometría de masas aplicada a las proteínas, y su colaboración para las ciencias y la biotecnología en Cuba.
Al decir de uno de sus alumnos, el Dr. en Ciencias Javier González, jefe del departamento de Tecnología de Sistemas del CIGB, la colaboración con el Instituto de Investigaciones de Proteínas, data de 1989 cuando técnicos cubanos llegaron a Japón para formarse en la Espectrometría de masas, imprescindible para la caracterización de los productos biotecnológicos antes de ser utilizados en seres humanos.
"En la Universidad de Osaka se caracterizaron dos moléculas fundacionales de la Biotecnología cubana: el Interferón y el Factor de Crecimiento Epidérmico; el primero de ellos utilizado en algunas terapias contra el cáncer y en la pandemia de la Covid 19 en la formulación nasal y el segundo en el principio activo del Heberprot P en pacientes con úlceras del pie diabético.
"De los laboratorios del profesor Takao han salido contribuciones importantes a la ciencia mundial. Tiene descubrimientos que han sido publicados en las revistas de mayor prestigio a nivel internacional pues describen cómo usando esta técnica analítica encontraron modificaciones en las proteínas que tienen una relevancia en los seres vivos y en el funcionamiento celular.
"Nosotros que somos discípulos del profesor Takao hemos sentido un gran agradecimiento. Él se destaca por una modestia proverbial. Teniendo yo entonces 23 años, él era todo una personalidad y nunca sentimos ninguna diferencia en el trato, ni barreras entre un profesor y un estudiante.
"Siempre nos acogió abierto como mismo nos acogió esta universidad Alma Mater con los brazos abiertos; expresión de magisterio y de un gran corazón para poder transmitir sus conocimientos y formar a las nuevas generaciones que es lo que hoy tratamos de hacer nosotros año tras año".
Al término del acto, la Camerata Romeo agasajó al científico japonés y a la delegación que lo acompañaba con un pequeño concierto.
Se encontraban en el autoría, además, el embajador de Japón en Cuba, Hirata Kenji y representantes de la misión diplomática en La Habana, autoridades del Grupo empresarial BioCubaFarma, trabajadores del CIGB y funcionarios del Ministerio de Relaciones Exteriores, del Partido y Gobierno de la capital.
nyr
0 Comentarios
Con su comentario usted colabora en la gestión de contenidos y a mejorar nuestro trabajo