La reina de la velocidad volvió a la pista

 

Foto: Getty Images


Un merecido año de descanso activo, dedicado a disfrutar de la familia —en especial de sus hijos pequeños— después de la grande y exitosa labor del pasado año en los Juegos Olímpicos de Tokio, cuando no habían tenido un receso desde un amplio periodo atrás.

Comenzar de nuevo el entrenamiento diario es como mover una roca de varias toneladas a mano limpia. Solo la perseverancia y el compromiso con el pueblo —y consigo misma— que tanto admira a la reina de la velocidad son motivos suficientes para volver a la pista en este verano encendido de calor.

«Llevo días preparándome. El retorno al terreno no lo sentimos tan difícil, pues este deporte lo llevamos en la sangre mi guía y yo, así que aquí estamos, en el Estadio Panamericano de La Habana del Este, para cumplir otra temporada, como las anteriores, dedicada a esa afición que nos entusiasman y quieren».

Omara Durand, ocho veces campeona paralímpica, y Yuniol Kindelán, su segundo en la pista, no pierden ni un minuto, porque «el entrenamiento es ahora más riguroso y exigente. Al principio aparecen los dolores musculares en el inicio de los ejercicios; por eso todavía en este momento no puedo afirmar cuándo me sentiré en buena forma para competir, a veces se logra en un tiempo corto, en otras ocasiones empleas más para conseguirlo».

Kindelán, bastante pasado de peso, también se esfuerza en bajar, durante las varias horas dedicadas a trabajar cada día durante la semana. Dice Omara que lo hacen «con el mismo empeño y disposición de siempre, porque nos gusta competir con calidad para ganar contundentemente, como en Tokio-2020. Tendremos el próximo año el Parapanamericano y el Campeonato Mundial, fuera de esas competencias aún no hemos planificado otras».

La reina de la velocidad, y su guía, están nuevamente en la pista, pensando en nuevas victorias. 

odh/Granma

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