Resaltó la importancia de que la CCS destine sus producciones a consumo social, es decir, escuelas, círculos infantiles, hospitales, además de comercializar directamente al pueblo a bajos precios.
Insistió en aprovechar al máximo la tierra, como hacen en este lugar, porque hay otras regiones donde desyerban, chapean, gastan combustibles y las áreas siguen inutilizadas.
La cooperativa tiene 135 hectáreas dedicadas al cultivo de viandas, hortalizas, frutales, ganadería y 162 asociados, de ellos 104 usufructuarios.
Para mejorar su eficiencia facilitaron puestos laborales a personal excedente y en cada área establecieron un centro de costo, dijo Joel Barreto Rodríguez, Presidente de la CCS.
Construyeron una nave para la cría de conejos con el fin de desarrollar los pie de cría y la ceba, experiencia que se extendió a 11 productores encadenados con la cooperativa en la comercialización.
Ahora realizan movimientos de tierra para rescatar 20 hectáreas de plátano y yuca, destinada a los mercados de la capital.
Para evitar el uso de productos químicos y aumentar rendimientos agrícolas tienen una nave donde obtienen más de cinco toneladas anuales de humus de lombriz, eficiente fertilizante orgánico.
Por: Ricardo R. Gómez Rodríguez (Fotos del autor)
lgl
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