El encuentro abierto Bailar no tiene edad, que convoca Lizt Alfonso Dance Cuba (LADC), constituye una propuesta para refrescar conocimientos, desempolvar recuerdos y divertirse muchísimo al ritmo de los bailes populares cubanos.
Tomada de Lizt Alfonso Dance Cuba en X |
La invitación a abuelas, abuelos y acompañantes de
cualquier generación tendrán la oportunidad de seguirle los pasos a la maestra
Lizt Alfonso, promotora de la iniciativa y directora de LADC, en una de las
sedes de la compañía, Malecón Art 255, este martes 4 de febrero, a las 10:00 horas.
Chachachá, mambo, rumba, salsa, entre otros géneros cubanos,
dictarán los ritmos a los bailadores, y la maestra Lizt recurrirá a artistas y
maestros de LADC, responsables de los proyectos culturales en esta magnífica
edificación habanera, como Juan Carlos Haza, Miguel Ángel Díaz y Rocío Vázquez,
para que la asistan en la guía de los participantes, informa el departamento de
Comunicación y Prensa de la compañía danzaria.
Malecón Art 255 acoge, desde el 17 de noviembre de
2024, la exposición Abuelas y Abuelos
Prestados, de la artista cubana Moník Molinet, una de las propuestas de la
15ª Bienal de La Habana.
Con este proyecto fotográfico de autorretratos, Moník
construye una memoria que ella no vivió, a partir de las vivencias más
cotidianas que le contaron sus amigas. Son 23 fotografías en gran formato que recrean
diferentes escenas de la vida cotidiana, en cuatro hogares distintos de La
Habana, y las notas acompañantes refieren historias, aspiraciones, identidades,
afectos.
Para romper “la cuarta pared”, la artista recurrió a
técnicas teatrales inspiradas en el «Verfremdungseffekt», de Bertolt Brecht,
recurso de distanciamiento que interpela al espectador sacándolo del mundo ilusorio.
El resultado esboza una serie de memorias prestadas con una veracidad
conmovedora, que ha transformado la sede de Malecón Art 255, en un templo para
el arte y la familia, reafirmando aún más la vocación social de LADC.
Las artistas Lizt Alfonso y Moník Molinet comparten la
pretensión de acercar a más público general a esta exposición, reflexiva y
sensible, en torno a los abuelos; así como proporcionar un espacio de disfrute
para todos, pero especialmente enfocado en las personas de la tercera edad.
Como homenaje a la familia, al poder del arte y de la
danza, en particular, promovemos este encuentro libre, para alimentar nuevas
memorias y pasarla bien, sin importar el estilo, el género, el ritmo y la edad.
¡Vamos todos a bailar!
ELZ
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