La apertura de una representación del banco ruso Novikombank, en La Habana, constituye una acción fundamental y decisiva, afirmó el vice primer ministro Ricardo Cabrisas Ruiz
La apertura de una representación del banco ruso Novikombank, en La Habana, constituye una acción fundamental y decisiva, afirmó el vice primer ministro Ricardo Cabrisas Ruiz.
No hay comercio ni inversiones que avancen si no existe una participación efectiva del sistema bancario, declaró a la prensa, tras la presentación oficial de la filial de Novikombank en Cuba, en una ceremonia en el hotel Meliá Cohiba.
Es importante porque tanto la Federación de Rusia como Cuba, bajo condiciones de medidas coercitivas unilaterales, necesitan de un sistema bancario que trabaje con este país, consideró.
La apertura del banco es un paso que va a ser una señal de triunfo para acciones de refuerzo de los nexos comerciales; es realmente el resultado del esfuerzo mancomunado de los máximos dirigentes de la Federación de Rusia y de Cuba, particularmente, a través de los consensos alcanzados entre sus presidentes, acotó.
Este hecho va a marcar un hito en uno de los sectores más importantes, para desarrollar cualquier relación económica y financiera que ocupe a cualquier país, aseveró el Vice primer ministro.
Precisamente, una de las áreas más acosadas por la política de Estados Unidos en su empeño por asfixiar nuestra economía es el sistema bancario y financiero de Cuba. Ello tiene varias expresiones, pero una específica es la inclusión de Cuba en la lista de países que, según Washington, patrocinan el terrorismo, cuando es una de las naciones más afectadas por el terrorismo de Estado practicado por Estados Unidos, recordó Cabrisas Ruiz.
Pero no tengo dudas de que esta decisión de Rusia y, en particular, del banco Novikombank va a marcar un antes y un después de este hecho, opinó.
Cuba decidió abrir su mercado nacional a la atracción del capital extranjero y, a partir de esa decisión soberana, se realizaron conversaciones con el Gobierno de la Federación de Rusia para aplicar nuevos enfoques a nuestras relaciones económicas, destacó.
De ahí se llegó a la firma de un convenio marco, que incluye el compromiso de Rusia de apoyar a su empresariado para que, de acuerdo con sus intereses, participen en el plan de desarrollo económico de Cuba hasta 2030, subrayó.
Cuba, por su parte, se compromete a ofrecer determinados incentivos y facilidades para ese empresario que decide participar en el mencionado plan, para que se vea estimulado en esos proyectos, enfatizó.
Por igual, se firmó una hoja de ruta con cada uno de los objetivos en los planes de desarrollo comercial de Cuba que puedan ser de interés de la Federación de Rusia, e incluso, se determina quiénes participarían por ambas partes, y los plazos para su cumplimiento.
Hay un tercer documento firmado por las dos partes, sobre proyectos claves que determinan las prioridades de esos sectores y los proyectos dentro de ellos que marcan el camino para reimpulsar y diversificar las relaciones económicas, resaltó.
Un cuarto documento se refiere a la elaboración y firma de una agenda económica bilateral que enfoca la proyección de Rusia y Cuba a corto, mediano y largo plazos, apuntó.
odh/PL
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