Texto: Rosa Pérez López
Aquel 19 de abril “de luces se llenó el cielo de esta tierra insurrecta”: era el fulgor de la estrella solitaria multiplicado en los héroes que, encabezados por su Comandante en Jefe, en Playa Girón se dispusieron a defenderla sin reparar en ningún riesgo, sino sólo en el anhelo de salvarle a la Patria su independencia, su dignidad y su derecho a edificar la sociedad más humana y justa que hasta entonces existiera en nuestro continente... y a sólo noventa millas del codicioso imperio que había fraguado la invasión.
Han pasado sesenta y tres años de aquella epopeya que preservó la soberanía de Cuba e hizo a los pueblos de América un poco más libres, porque tras aquella victoria comprendieron “que no hay libertad regalada, sino tallada sobre el mármol y la piedra de monumentos llenos de flores y de tierra”. Así de alto ha sido el precio que ha pagado nuestro país con la sangre de sus mejores hijos, en defensa del socialismo por el que pelearon y murieron los combatientes de Girón.
Ello es suficiente para seguir recordando que “por los héroes muertos en la guerra se tiene que luchar y ganar”, porque recordar nuestra gloriosa historia es la mayor inspiración que tiene nuestro pueblo para continuar escribiéndola a puro coraje, abnegación y heroísmo... sobre todo en estos difíciles momentos.
Recordar la victoriosa epopeya que culminó el 19 de abril de 1961 será hoy y siempre nuestro mejor disuasivo ante quienes pretendan revertir la marcha de esta revolución socialista y democrática "de los humildes, por los humildes y para los humildes". Recordar es un deber y una garantía para Cuba y los cubanos, y también una rotunda advertencia para sus adversarios, porque como sesenta y tres años atrás millones de patriotas decimos con voz bien alta y de cara a cualquier desafío: Remember Girón.
nyr