El día que le germinaron fusiles al asfalto.


                                                       Foto: Internet

 Hace sesenta y tres años en la habanera esquina de Veintitrés y Doce le germinaron fusiles al asfalto. Era el 16 de abril de 1961, y en el sepelio de los muertos de la víspera la voz del líder de entonces y de siempre proclamó ante el mundo el carácter socialista de la Revolución Cubana.

Esa única y verdadera revolución que tuvo su clarinada un precursor 10 de octubre, continuada en el gesto redentor de un 24 de febrero y retomada un glorioso 26 de julio de asaltos a cuarteles.

Pero tras los bombardeos que preludiaban una invasión mercenaria, ya no sería solamente por nuestra independencia por lo que estaban dispuestos a luchar esos milicianos que alzaron en viril

juramento sus fusiles, como antaño levantaran sus machetes los mambises, empuñara las armas la Generación del Centenario y combatiera el Ejército Rebelde.

Eran también la justicia social, la dignidad y el decoro alcanzados un primero de enero lo que era preciso defender con el mismo coraje demostrado en las batallas de La Sacra y Mal Tiempo, en el desigual combate librado en las fortalezas militares de Santiago de Cuba y Bayamo, en las decisivas victorias rebeldes de El Uvero y Santa Clara.

Preservar la revolución socialista ;de los humildes, por los humildes y para los humildes; fue la orden que diera en el centro de aquel abril histórico el Comandante en Jefe Fidel Castro, y la Patria contempló orgullosa a esos guerreros uniformados de azul y verde olivo, que con las estrofas del Himno Nacional en la garganta y en el alma se aprestaban a luchar por el proyecto social más humano y justo que nunca antes hubiera conocido el hemisferio occidental.

Este 16 de abril una y solo una sigue siendo la decisión de los cubanos en estos tiempos desafiantes y convulsos, cuando el imperio y sus serviles y tarifados lacayos retoman su arcaico expediente de amenazas y agresiones contra Cuba, porque en millones de cubanos se conserva intacto el valor de los mambises, de los rebeldes, de cada hombre y mujer que ha ofrendado su vida por la Revolución Socialista proclamada hace sesenta y tres años, el día que le germinaron fusiles al asfalto.

nyr

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