Argentina en la cumbre de los Premios Casa

 Al culminar la gala de premiaciones, se reconoció el trabajo realizado por los 12 participantes del jurado, quienes «hicieron una labor titánica», teniendo en cuenta la cantidad de material recibido

 
Gala del Premio Casa 2024, en la sala Che Guevara. Foto: Ricardo López Hevia

Un notable entramado narrativo en el que resuena, en la vida de cada personaje, la complejidad de una época y de la vida política de la Argentina en los años 50, constituye la trama de la novela Buenos Aires, fin del otoño, del argentino Guillermo Adrián Paniaga, galardonado con el premio Casa de las Américas en esta categoría, en la cual, además, resultaron mención las obras Las noches de Cantalao, de la cubana Nieves Cárdenas López, y Ninjas de piñata, del también argentino José Llambías.

En presencia de Abel Prieto Jiménez, presidente de Casa de las Américas, fueron ofrecidos los resultados de la edición 64 del concurso en la sala Che Guevara, de la institución. En el género de ensayo, convocado en esta ocasión con tema artístico-literario, resultó ganadora la obra Hace tiempo que caminas. El testimonio andino de la violencia política en el Perú, de la intelectual argentina Betina Sandra, con un análisis crítico de las culturas tradicionales y populares.

Las menciones en este apartado fueron para los ensayos Utopías coloniales. Polémicas de los cronistas Las Casas y Fernández de Oviedo por el Nuevo Mundo, de la argentina Vania María Teglia; No por no ver no veo. Poéticas del ojo en la literatura hispánica del siglo XXI escrita por mujeres, de la española Marta Pascua Canelo, y La Muerte Blanqueada. Breve Atlas Mnemosyne sobre las formas de domesticar y ocultar la muerte en Colombia (1730-1937), del colombiano Nicolás Martínez Bejarano.

También Argentina se llevó el galardón principal en el entramado de teatro. Fue ganadora una obra cuyo protagonismo lo llevan las voces de tres mujeres y un bebé, que resalta el drama huma­no universal del na­cimiento, así como su felicidad y sus terrores: La piel de la tierra, de Marina Jurberg.

La acompañaron las menciones Danzón, del cubano Ulises Rodríguez Febles, e Hilados y tejidos, del mexicano Marcelo Romero Hernández.

Por último, y a medio siglo de que el Premio convocara, por primera vez, la categoría de literatura para niños y jóvenes, se alzó como vencedora la obra El latido de los días, del mexicano Mario Carrasco Teja, una creación literaria que, a juicio del jurado, hace un uso magistral de la ironía y el ritmo, además de presentar un final circular que fomenta el asombro y el amor por las letras.

En este caso, fueron menciones dos obras argentinas: ¡Aquí dentro de la manzana!, de María Victoria Ramos, y El niño del faro, de Jorge Accame y Julio Accame.

Al culminar la gala de premiaciones, Jorge Fornet, director del Centro de Investigaciones Literarias de la Casa, reconoció el trabajo realizado por los 12 participantes del jurado, de quienes, exaltó, «hicie­ron una labor titánica», teniendo en cuenta la cantidad de material recibido. Además, agradeció a los más de 1 500 escritores que participaron, desde 30 países.

 

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