Miriam de los Ángeles Beltrán García reside en una zona del litoral habanero afectada por las penetraciones del mar. Durante esta semana conoció mucho más acerca de cómo actuar ante esa realidad y transmitírselo a sus vecinos.

Es la delegada de la circunscripción 82 del Consejo Popular Rampa, en el Vedado y figuró entre los participantes de un curso taller que a su juicio, le aportó valiosos saberes relacionados con la reducción del riesgo de desastres y la adaptación al cambio climático a escala local.

Para Mario Madrigal, funcionario de la secretaría de la Asamblea del Poder Popular en Playa, espacios de este corte son muy útiles para, por ejemplo, saber interactuar con las personas, a partir de herramientas capaces de establecer una adecuada comunicación popular. “Son necesarios los mensajes claros y oportunos y emplear todas las vías posibles para sensibilizar a nuestros pobladores”, afirma. 

Funcionarios del gobierno local en los respectivos municipios de Plaza de la Revolución, Playa y Regla, así como representantes de varios sectores, líderes comunitarios, entre otros, recibieron durante dos días información referida a los estudios más básicos y también de corte científico en relación con tópicos tales como el estado actual del plan de adaptación al cambio climático para la zona costera de La Habana, y los impactos y repercusión en la población del medio ambiente y el cambio climático.

AdaptHabana se considera el marco propicio para implementar la Tarea Vida en la capital cubana. Foto: Raúl San Miguel

Conocieron de los resultados de los estudios de inundaciones (magnitud y peligrosidad) por intensas lluvias, las herramientas de modelación para evaluar tendencias y respuestas del ecosistema manglar ante la elevación del nivel del mar para 2050 y 2100, y los principales peligros de desastres de origen natural para Cuba y las vulnerabilidades asociadas, por citar algunos.

La convocatoria se insertó entre las acciones del proyecto Plan de Adaptación de la Zona Costera de La Habana –AdaptHabana-, iniciado en diciembre de 2022 y que se extenderá hasta junio de 2026.

Su coordinadora por la parte técnica, Licenciada Yadira González Columbié, del Instituto de Geofísica y Astronomía (IGA), recordó la importancia de que se gane comprensión sobre las diferencias entre adaptación y mitigación, de qué es cambio climático, qué se define como peligro, riesgo, vulnerabilidad… pues de ello depende la elaboración exitosa de un plan de adaptación a los efectos del cambio climático.

Dicho plan debe considerar los riesgos y las vulnerabilidades específicas a corto, mediano y largo plazo; precisa ser inclusivo y participativo, conformarse de manera conjunta con los decisores y consultado con la población.

Comentó que se trabaja en un programa de formación de formadores, con miras a lograr mayor alcance en la población de las comunidades del litoral: Regla, Plaza de la Revolución, Playa, Centro Habana, La Habana del Este y La Habana Vieja, donde residen más de 700 000 habitantes. Los tres últimos ya realizaron sus talleres.

Por otra parte puntualizó que el plan también incluye a sectores priorizados como la biodiversidad marino costera, la agricultura, los recursos hidráulicos, el ordenamiento territorial y urbano, la salud pública y el turismo, identificados por la comunicación nacionalmente determinada de la Convención Marco de Naciones Unidas para el Cambio Climático; estos, a su vez, están reflejados en el Plan de Estado para el Enfrentamiento al Cambio Climático Tarea Vida, adoptado en 2017.

Reiteró que el plan concebirá medidas basadas en estudios científico y no de manera empírica para evitar vulnerabilidades a futuro, de ahí que es necesario un levantamiento de toda la información base existente, insertarla en un repositorio digital y crear una plataforma info comunicacional.

El proyecto incidirá en las zonas desde los bajos de Santa Ana, en el municipio de Playa, hasta el Rincón de Guanabo, en La Habana del este.

Es financiado por el Fondo Verde del Clima, e implementado por el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en Cuba, en alianza con la Agencia de Medio Ambiente (AMA), del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente.

“Al proyecto AdaptHabana no le ha faltado un fuerte acompañamiento desde la ciencia, los Gobiernos locales y lo social”, aseguró Yadira González.

El proyecto permite identificar riesgos y vulnerabilidades de varios sectores y grupos poblacionales que residen en los seis municipios costeros de La Habana. Foto: Tomada de Radio Enciclopedia

nyr/Tribuna de La Habana