Con reflexiones y propuestas de las acciones por adoptar para evitar una catástrofe medioambiental, concluyó hoy, en esta capital, la XIV Convención Internacional sobre Medio Ambiente y Desarrollo, que contó con la participación de mil 500 invitados y delegados en representación de 24 países.
En la cita tuvieron lugar importantes encuentros con especialistas en la materia que contribuyeron al intercambio de experiencia y buenas formas de hacer ante los desafíos que plantea el cambio climático, consideró Maritza García García, presidenta ejecutiva del evento y de la Agencia de Medio Ambiente, en las palabras de clausura.
Ante Elba Rosa Pérez Montoya, titular del Ministerio de Ciencia Tecnología y Medio Ambiente de Cuba, García García destacó la particularidad en la organización de la cita, la cual sesionó en nueve sedes diferentes de la ciudad con un saldo que calificó de positivo y enriquecedor.
Señaló que el espació formó parte además de las acciones impulsadas por Cuba durante su presidencia pro tempore del Grupo de los 77 más China, donde ocurrió la Reunión de Ministras, Ministros y Altas Autoridades de Medioambiente y Ciencia de los países miembros.
García García puntualizó que fueron jornadas de ardua labor en las cuales se comprobó la urgencia de realizar cambios trascendentales en la interacción del ser humano hacia la Tierra, cuya única alternativa es la construcción de sociedades más justas, basadas en el respeto al derecho colectivo y con la prerrogativa de poner los avances de la ciencia y la tecnología al servicio de la salvación del planeta y la dignidad humana.
Con esa observación coincidió Nicasio Viña Dávila, secretario ejecutivo del Corredor Biológico en el Caribe, quien precisó en exclusiva a la Agencia Cubana de Noticias que viene llegando la hora de tomar acciones de manera conjunta y de crear conciencia de cuántos tesoros se pueden preservar de la destrucción inminente gracias al esfuerzo de todos.
Viña Dávila abundó sobre la necesidad de visibilizar esos temas y estimó que en asuntos concernientes a la naturaleza, el clima y el medioambiente sólo existe un camino posible: la integración.
A tono a estos apuntes y para definir las intensas jornadas desarrolladas desde el pasado lunes 3 de julio el ponente dominicano Maximiliano Puig, vicepresidente ejecutivo del Consejo Nacional de Cambio Climático y Mecánismos de Desarrollo Limpio de ese país, valoró que esta experiencia sitúa a Cuba como la capital mundial del debate ecológico y medioambiental.
Cuba acogió la importante reunión con el propósito de impulsar objetivos de desarrollo sostenible, inclusivo y resiliente, con ciencia e innovación en función de la preservación del medioambiente.
Por/José Manuel Lapeira Casas | Fotos: Marcelino Vázquez Hernández
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