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Por la felicidad y una plena inserción social

 

Foto: Roly Montalván

Con un contundente repique de tambor de Paula Angélica, futura asociada adjunta, se inició este 8 de junio la celebración de la Asamblea de Constitución de la Asociación Cubana de Personas en Situación de Discapacidad Intelectual (ACPDI), en el teatro del Ministerio de Comunicaciones.

Ya es un hecho la creación de esta organización a fin de agrupar a las personas en situación de discapacidad intelectual y sus representantes legales y/o sus apoyos, residentes permanentes en el territorio nacional.

Esta tiene el objetivo de promover el desarrollo inclusivo de las primeras, participando y contribuyendo de conjunto con los órganos del Estado y el Gobierno en la creación e implementación de instrumentos y mecanismos que incluyan el diseño de políticas públicas, programas y proyectos, para así garantizar el pleno ejercicio de los derechos de este sector de la sociedad.

Presidieron la constitución de dicho órgano, Jorge Luis Perdomo D'Lella, viceprimer ministro; Jorge Luis Broche Lorenzo, miembro del secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba; Marta Elena Feito Cabrera, ministra de Trabajo y Seguridad Social; Jesús Otamendi Campo, vicegobernador de la capital,  así otros miembros y personalidades de diferentes organizaciones asociadas.

Mayelín Oliva Rodríguez, presidenta nacional de la ACPDI. Foto: Norma Ferrás Pérez

Las palabras de apertura estuvieron a cargo de Mayelín Oliva Rodríguez, coordinadora general nacional del grupo gestor de ACPDI, quien con visible emoción manifestó la importancia de este momento histórico y trascendental para Cuba, que beneficia a las personas en situación de discapacidad y sus familias.

De igual manera, rememoró la trayectoria recorrida desde la fundación del Grupo de apoyo de las personas en situación de discapacidad y sus familias (Gadif Cuba), constituido por madres que nunca se rindieron hasta lograr este sueño de tantos años.

Como delegados a la Asamblea estuvieron presentes 28 asociados efectivos acompañados de sus apoyos, cinco apoyos sin su asociado efectivo y 28 representantes legales, para un total de 61 delegados.

Se presentó y aprobó la Comisión de actas, la Comisión de Candidatura y la Comisión de Escrutinio. Asimismo, se aprobó el nombre de la asociación, sus siglas y el logotipo, presentados por Niailé López Martínez, coordinadora nacional del Grupo Gestor de la ACPDI.

Por su parte, Yanelis Bárzaga Miyares, asesora jurídica del Grupo Gestor de la ACPDI, presentó los Estatutos de la nueva asociación, los cuales fueron aprobados por unanimidad.

La Dirección Nacional de dicha organización, quedó integrada por Mayelín Oliva Rodríguez, presidenta nacional; y las vicepresidentas Yusmila Hernández Castillo, Maritza Martínez Fernández, Niaile López Martínez y Yohania Martínez Reina.

Más adelante, la ministra de Trabajo y Seguridad Social y la presidenta electa de la nueva Asociación ACPDI a nivel nacional, firmaron las Normas de Relaciones.

La ministra de Trabajo y Seguridad Social y la presidenta electa de la nueva Asociación ACPDI a nivel nacional, firmaron las Normas de Relaciones. Foto: Norma Ferrás Pérez

Durante las palabras de clausura, la ministra hizo referencia a que en la constitución de la República de Cuba todas las personas son iguales ante la ley, reciben la misma protección y trato de las autoridades, y gozan de los mismos derechos, libertades y oportunidades sin ninguna discriminación; y remarcó la importancia histórica de la creación de esta asociación.

Un momento emotivo e inesperado resultó la entrega de una bandera creada para la ACPDI, un regalo conferido por Orlando Terré Camacho, presidente de la Asociación Mundial de Educación Especial, quien reconoció la labor de las madres que tanto han luchado por la creación de esta asociación y se refirió a la importancia de dar continuidad al legado de Fidel Castro, Líder histórico de la Revolución cubana.

Bandera creada para la ACPDI, entregada por Orlando Terré Camacho, presidente de la Asociación Mundial de Educación Especial. Foto: Roly Montalván

Al finalizar el acto, el público disfrutó de la presentación de Yonathan, joven con autismo, quien interpretó La Guantanamera. Finalmente la sala se llenó de más alegría cuando Arnaldo y su Talismán regaló algunas de sus canciones.

Yonathan, joven con autismo, quien interpretó La Guantanamera. Foto: Norma Ferrás Pérez
Arnaldo y su Talismán. Foto: Norma Ferrás Pérez

Fue una mañana llena de emociones, donde una luz de amor y esperanza abrió un nuevo camino para las personas en situación de discapacidad intelectual y sus familias, al quedar oficialmente constituida esta asociación, que también incluye a las personas con Trastorno del Espectro Autista (TEA); un sueño hecho realidad.

Trabajos realizados por personas con discapacidad intelectual. Foto: Norma Ferrás Pérez

La discapacidad intelectual es una condición de vida en personas que tienen un desarrollo diferente. No están enfermos, por lo que no hay nada que curar, nuestro deber es aceptarlos para que formen parte activa de la sociedad.

Dibujos realizados por niños, adolescentes y jóvenes de la asociación. Foto: Norma Ferrás Pérez

Las personas con discapacidad intelectual no tienen un tope en su aprendizaje; con la estimulación adecuada, sus capacidades pueden ser ilimitadas. Cuando cuentan con el apoyo necesario su aprendizaje alcanza grandes resultados. Su interacción con otras personas puede ser beneficiosa para todos. Al llegar a la adultez, algunos pueden llevar una vida independiente autónoma y productiva, y hasta formar su propia familia.

En el Código de las Familias, las relaciones que se desarrollan en el ámbito familiar se basan en la dignidad y el humanismo como valor supremo, refrendando la igualdad y la no discriminación, así como el respeto a las voluntades, deseos y preferencia de las personas con discapacidad. Igualmente, en el Código del Trabajo se establece la igualdad sin ningún tipo de discriminación lesiva a la dignidad humana.

Con la constitución de esta asociación comienza una nueva etapa, donde se debe garantizar el cumplimiento de los objetivos para los que fue creada. Es deber de toda la sociedad brindarles apoyo a las personas en situación de discapacidad y sus familias, quienes día a día acompañan, protegen, respetan y luchan por su felicidad y plena inserción social.

nyr/Tribuna de La Habana

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