Foto: Tomada de Cubasí
Un panel integrado por personalidades de la cultura evoca la impronta del
escritor, humorista y teatrista Enrique
Núñez Rodríguez (1923-2002), a quien los cubanos recuerdan este martes en
el marco de su centenario.
La Sala Hart de la Biblioteca Nacional José Martí en La
Habana acoge durante la mañana esta cita, donde varios intelectuales
dialogan acerca de su vida y obra.
Entre ellos, el presidente de Casa de las Américas, Abel
Prieto, los periodistas Arleen Rodríguez y Duanys Hernández, la narradora Laidi
Fernández, la profesora Isabel Cristina, el humorista Kike Quiñones, y el
director de la Compañía de teatro infantil La Colmenita, Carlos Alberto
Cremata.
Para amenizar la jornada se previó la presentación de la
flautista Niurka González y la pianista Malva Rodríguez, además de la
proyección de un fragmento del programa humorístico televisivo Conflictos.
Originario de Quemado de Güines, provincia de Villa
Clara, Núñez Rodríguez desempeñó en sus inicios diversos trabajos hasta
descubrir su pasión por la literatura, que lo catapultó como un narrador por
excelencia dentro de la isla caribeña.
En los años 40 del pasado siglo vendió su bicicleta para mudarse a La
Habana, donde se convirtió en columnista de humor social y político en los
periódicos Siempre, Pueblo y ZigZag. De esa historia de vida surgió en 1989 uno
de sus libros.
Ya en la capital, debutó en 1948 como guionista radial en
la sección Cuba en llamas, un espacio de sátira política que transmitía la
radio emisora COCO.
Recordado por un auténtico sentido del humor, el también
periodista prestigió con su pluma la colección del mejor teatro vernáculo
cubano y entre sus piezas sobresalen Dios te salve comisario, Voy abajo, El
bravo, y Sí, señor juez.
De esta habilidad para hacer reír nacieron sus crónicas
de domingo que publicaba el periódico Juventud Rebelde, sección que mantuvo
durante años y con la cual conquistó gran popularidad dado su ingenio para
reflejar la realidad cubana.
Sus manos llevaron a la televisión la serie Si no fuera
por mamá, Conflictos, uno de sus últimos programas seriados, y Casos y cosas de
casa.
Oye como lo cogieron, Yo vendí mi bicicleta, Mi vida al
desnudo, Gente que yo quise, El vecino de los bajos y Martí y el Humor son algunas
de las obras literarias de este autor, símbolo de la cultura e identidad
nacional.
Por sus aportes al mundo de las letras le otorgaron numerosos
reconocimientos, entre ellos, tres Premio Nacional, el de Periodismo José Martí
en 2001, el de Humorismo en igual año y el de Radio en 2002.
amss/Tomado de Cubasí con información de Prensa Latina
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