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Entre las audiciones comentadas de ópera y zarzuela, en la memorable emisora, se encuentran las de Ángel Vázquez Millares, Premio Nacional de Radio. Foto: Tomada de tvcubana.icrt.cu por Granma
CMBF da la
hora. Si Radio Reloj
marca, caso único en el mundo, la información minuto a minuto, el paso del tiempo
en la llamada emisora clásica de Cuba define espacios para la plenitud intelectual
y el goce estético, el disfrute y el conocimiento.
Lo ha hecho a lo largo de 75 años, desde que el
24 de abril de 1948 el pianista, compositor y musicógrafo Orlando Martínez (1916-1988)
fundó, dentro del circuito de la CMQ, un canal radiofónico dedicado exclusivamente
a la música de concierto y la ópera.
Con el tiempo, y en correspondencia tanto con el
concepto de servicio público de la radio cubana posterior al triunfo de 1959 como
con la política cultural del Estado revolucionario, los horizontes de CMBF se han
ensanchado considerablemente a otras artes y a otras expresiones de la cultura.
Como también ha ido conquistando nuevas audiencias, mucho más allá de la capital
de la nación, aunque todavía, en términos de aprovechamiento de las tecnologías
digitales y el posicionamiento en internet, quede mucho por hacer todavía.
En perfiles temáticos y exigencias de realización,
CMBF se mide por igual con sus encumbradas almas gemelas en varias partes del mundo,
díganse Classic FM Nederland, de Países Bajos; Classic FM y BBC 3, de Londres; SWR4,
de Mainz, Alemania; Radio Swiss Classic, de Suiza, o la argentina Radio Clásica.
El reto es asumido, día a día, pese a limitaciones técnico-materiales y obstáculos
para acceder a grabaciones y derechos.
La fortaleza pasa por el talento y la consagración
de realizadores y técnicos, la alianza con el sistema de instituciones de la cultura,
entre las que se cuenta la enseñanza artística, y la complicidad de un público fiel.
Conozco a un amigo poeta, de los más notables en
nuestra lengua, que despierta con cmbf, entre aniversarios musicales y los sonidos
renacentistas y barrocos que entrega Luis Manuel Molina. Sé de un amigo, en un lejano
territorio oriental, que se las arregla para disponer de tiempo al anochecer para
no perder los segmentos especializados en literatura, teatro y cine. Yo mismo crezco
cuando escucho las audiciones comentadas de ópera y zarzuela por el venerable Ángel
Vázquez Millares y confronto opiniones con los juicios críticos del compositor Juanito
Piñera.
Sé de la existencia de un círculo de aficionados
a los programas nocturnos de jazz. Hay quienes valoran, incluso, la enorme dificultad
de orientar mediante la palabra la actualidad del quehacer en las artes plásticas,
tal como lo hace Tony Fernández Seoane.
CMBF dará la hora y mucho más en la medida en que
comprendamos su utilidad y potenciemos su caja de resonancia en la cultura cubana.
amss/Tomado
de Granma
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