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El pedagogo y compositor Jesús Ortega. Foto: Ariel Cecilio Lemus
Desde que recibió en diciembre el Premio Nacional de Música 2022, le debía
este encuentro al pedagogo, compositor, director,
promotor e instrumentista, al maestro Jesús Ortega Irusta. Confieso que, aunque
nuestra conversación duró alrededor de dos horas, hubiera querido estar haciéndole
preguntas por mucho más tiempo.
“Mi primer contacto con la música, en especial,
con la guitarra, fue a los seis años de edad. Según me contó una tía, un día, mientras
ella escuchaba la radio, yo me le acerqué y le pregunté qué era aquel sonido. Ella
me explicó que era el de una guitarra y tuvo aquello de llamar a la emisora y preguntar
quién tocaba el instrumento. Resultó ser el guitarrista flamenco Niño Ricardo. Desde
entonces no me he podido separar de estas dos pasiones: la música y la guitarra”.
Ortega tiene 87 años y más de 60 de vida
artística, y todavía encuentra fuerzas para seguir contribuyendo al desarrollo de
la Escuela Cubana de Guitarra y aportando a la cultura nacional, ya no como instrumentista,
sino como profesor consultante en el isa y director de la orquesta de guitarras
Sonantas Habaneras, la cual fundó en 1995. Ese mismo año, el maestro tuvo el valor
–luego de 40 años de haber ofrecido alrededor de 3 000 actuaciones, entre ellas
conciertos, emisiones de tv y radio y otros, en Cuba y en el extranjero– de dejar
de ofrecer conciertos.
La decisión la tomó durante su última gira internacional
como guitarrista concertista por México y Estados Unidos, en la que se dio cuenta
de que ya no tenía la firmeza necesaria para ejecutar el instrumento. Por supuesto,
la decisión le resultó difícil, pero no significó el fin de su carrera. Aún, se
dijo, podía seguir aportando a la enseñanza del instrumento en la Isla, contribuir
más en la formación de nuevos guitarristas, labor que ya venía realizando desde
los primeros años del triunfo de la Revolución, y por la que recibió en 2004 el
Premio Nacional de la Enseñanza Artística, y en 2015 el reconocimiento Maestro de
Juventudes, que le otorgó la AHS.
Graduado del Conservatorio Municipal de Música de
La Habana, en 1958, Jesús Ortega es, sin duda, un baluarte en la música de concierto
en Cuba. “Definitivamente me atrapó la música. Mi primer concierto tuvo lugar en
1956. Con Leo, un año después, hice un dúo de guitarras, y al año ya tuve mi propio
Quinteto Clásico de Instrumentos de Viento. En 1961 me habían nombrado jefe de Actividades
de la Dirección de Bellas Artes del Municipio de La Habana. Estuve en el encuentro
de Fidel con los intelectuales y artistas en la Biblioteca Nacional; publiqué mis
primeras partituras de música para guitarra en la Editora de la Biblioteca Nacional
de Cuba José Martí”.
Una foto junto al Comandante en Jefe, múltiples
reconocimientos recibidos durante su extensa y viva trayectoria profesional y artística,
matizan el entorno donde el maestro crea: “Tengo que reconocer que no tengo una
obra extensa como compositor. He escrito obras por encargo para el cine, el ballet,
el teatro. En la actualidad he enfocado mi trabajo hacia Sonantas Habaneras”.
“Para ser un buen guitarrista no basta con ser solo
un buen profesional, hay que sentir la música que haces. En mi caso, si lo que compongo
no me estremece primero, entonces no está bien logrado. Lo principal es la inspiración.
Nunca me he creído ni superior ni inferior a nadie. Lo que importa es el resultado
del trabajo”.
amss/Tomado
de Granma
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