Por: Rosa Pérez López Foto Cubadebate
¡Aquí Radio Rebelde!; Así comenzó hace sesenta y cinco años esta historia, con la complicidad del pueblo y la sintonía a media voz, porque así advirtió José Martí que en tiempos de guerra debe pasarse la señal para que casi en un susurro se abra paso la verdad.
Eran momentos de pegarse al aparato de radio y escuchar esas noticias que le daban un sabor de esperanza al último sorbo de café del día. Noticias que en ninguna otra emisora se escuchaban, ni se publicaban en los periódicos, ni amplificaba la televisión. Así el pueblo cubano aprendió a compartir casi en secreto las hazañas de sus nuevos redentores, para que las frecuencias de la estación radial guerrillera se escucharan cada noche como un nuevo toque de;a degüello; que repercutía en todos los hogares de la patria.
Así Cuba supo que sus héroes no eran sólo aquellos de los libros de historia, porque ahora hablaban desde las montañas insurrectas, y se llamaban Fidel y Raúl, Camilo y el Che. Y fue entonces cuando la complicidad se volvió necesidad y ya era inevitable recurrir a esa emisora fundada en el mismo fragor de las batallas decisivas por nuestra libertad.
Así ha ocurrido durante sesenta y cinco años, porque esa fraterna emisora sigue siendo tan rebelde como desde sus comienzos guerrilleros, para convertirse en un mediático campo de batalla en defensa de nuestras verdades, de nuestras conquistas, de nuestro ideario revolucionario.
Por eso Radio Rebelde no ha acompañado la historia, sino ella misma es historia. Porque no ha habido un instante crucial en estos trece lustros que no haya contado con la profesionalidad, el dinamismo, la veracidad y la fidelidad de los hombres y mujeres que con su quehacer cotidiano honran el legado de aquel histórico 24 de febrero de 1958.
Por eso y por más. Por su capacidad para corresponder con eficiencia y eficacia a las actuales exigencias tecnológicas y satisfacer las crecientes demandas culturales de los cubanos; por ser una tribuna de ideas que vale tanto como las de piedra, hoy nuestra radiodifusión y todo el pueblo celebran con orgullo el aniversario sesenta y cinco de Radio Rebelde: una emisora que nos es tan necesaria como el primer sorbo de café y tan imprescindible como una clarinada que siempre nos convoca al patriotismo.