Foto: Ariel Cecilio Lemus
Saberes, tradiciones, historias, vidas se
amalgaman en la literatura que, con los tiempos, ha variado sus formas de
llegar a los distintos públicos. No obstante, su poder de convocar y unir a los
hombres se mantiene inamovible.
Con esa certeza quedó inaugurada, este jueves,
la 31 Feria Internacional del Libro de
La Habana, que tiene a Colombia como paÃs invitado de honor.
A la cita de apertura, en la Fortaleza de San
Carlos de la Cabaña, asistieron el primer secretario del Comité Central del
Partido Comunista de Cuba y presidente de la República, Miguel DÃaz-Canel
Bermúdez; los miembros del Buró PolÃtico, Esteban Lazo Hernández, presidente de
la Asamblea Nacional del Poder Popular; Manuel Marrero Cruz, primer ministro; y
Salvador Valdés Mesa, vicepresidente de la República; asà como Rogelio Polanco
Fuentes, miembro del Secretariado del Comité Central del Partido y jefe de su
Departamento Ideológico, e Inés MarÃa Chapman Waugh, vice primera ministra.
La vicepresidenta colombiana, Francia Elena
Márquez Mina, que llegó a la Feria acompañada por la ministra de Cultura
Patricia Ariza Flórez, con la firme voluntad de seguir construyendo historias
entre ambas naciones, recordó el lugar de la Mayor de las Antillas como testigo
solidario de la escritura de un nuevo capÃtulo en el camino de su paÃs en la
búsqueda de la paz.
Esta edición, en palabras de Juan RodrÃguez
Cabrera, presidente del Instituto Cubano del Libro, expresa la voluntad de
preservar el legado cultural sobre el que se ha cimentado la Revolución Cubana.
Trescientas novedades editoriales, más de cuatro
mil tÃtulos y unos cuatro millones de libros están, a partir de este viernes, a
disposición de los lectores cubanos.
En la más grande fiesta de las letras que tiene
lugar en nuestro paÃs, se rendirá homenaje a los centenarios de Fina GarcÃa
Marruz y Antonio Núñez Jiménez; y estará dedicada a la prominente bibliógrafa
Araceli GarcÃa Carranza Bassetti y al destacado escritor Julio Travieso
Serrano.
amss/Tomado
de Granma