Una tradición del evento apunta a la cohabitación de sesiones instrumentales improvisatorias con exponentes de los nuevos desarrollos de la música bailable
La agenda del festival internacional Jazz Plaza 2023, que se desarrollará entre La Habana y Santiago, del 22 al 29 de este mes, confirmará una realidad que se ha venido abriendo paso en sucesivas convocatorias de la cita: la ampliación, desde la perspectiva cubana, no solo de las márgenes sino también de las corrientes principales de un género cada vez más inclusivo, global e intercultural.
Basta con anticiparse a lo que sucederá el próximo domingo en el Teatro Nacional: a las 11:00 a.m. en la sala Covarrubias, el concierto Flautas sin fronteras, y a las 6:00 p.m. en la Avellaneda, el espectáculo de gala por el septuagésimo cumpleaños de Los Muñequitos de Matanzas.
Orlando Valle, Maraca, en quien se reconoce a uno de los más completos flautistas de la escena planetaria, ha invitado a sus colegas Ana María Hernández (Puerto Rico), Jennifer Grim (Estados Unidos) y Niurka González para que desplieguen sus virtudes junto a la Orquesta Sinfónica Nacional, conducida por Enrique Pérez Mesa, antes de que él mismo sea el anfitrión de un encuentro que se prefigura memorable, junto a la cantante Paula, el chelista Jaques Morelenbaum y el guitarrista Lula Galvão –venidos los tres de Brasil– y los cubanos José Portillo (piano), Rafael Paseiro (bajo) y los percusionistas Oliver Valdés y Degnis Bofill, todo bajo el lema Flautas sin fronteras.
El tributo a Los Muñequitos de Matanzas va mucho más allá de resaltar la continuidad de una agrupación emblemática de la rumba, en tanto apunta a la histórica capacidad del complejo danzario musical para fundirse y nutrir la expresión jazzística, como lo ha hecho con otras especies de las músicas populares dentro y fuera de la Isla.
De ahí la concurrencia de un percusionista cubano de fuerte presencia en los predios estadounidenses, Pedrito Martínez; el venerable e incombustible Bobby Carcassés; del maestro Frank Fernández, el saxofonista Germán Velazco, los cantantes Issac Delgado y Mayito Rivera, el pianista y compositor Alejandro Falcón, el guitarrista y vocalista Ernesto Blanco; la bailarina Jennyselt Galata Calvo, la percusionista y cantante Brenda Navarrete, Dolores Pérez y Afrocuba de Matanzas, el Coro Nacional de Cuba bajo la dirección de la maestra Digna Guerra, el grupo Rumba Timba y jóvenes bailarines de academias matanceras.
Una tradición del evento apunta a la cohabitación de sesiones instrumentales improvisatorias con exponentes de los nuevos desarrollos de la música bailable. Para la jornada de apertura, el propio domingo, a las 5:00 p.m. en el Salón Rosado Benny Moré, de La Tropical, se ha dispuesto la presentación conjunta de Jazz Tropical Rumbatá, tres pianistas de lujo (Dayramir González, Cucurucho Valdés y Roberto Fonseca) y Los Van Van.
Esa misma noche en Santiago de Cuba, sede de Jazz Plaza, la española Pilar Royero dejará inaugurada la programación en el Teatro Martí. Habiéndole cogido el gusto a sus presentaciones en Cuba en los últimos tiempos, ella mostrará cómo la tonada peninsular y sus cantares entroncan con el espíritu de libertad del jazz.
Entre las expectativas inmediatas del festival se sitúa lo que sucederá el lunes 23 a las 6:00 p.m. en la Covarrubias, cuando el guitarrista y orquestador Dayron Ortiz lidere el concierto Mucho más que palabras, dedicado a la música de la gran Marta Valdés, con la participación del pianista Ernán López- Nussa, el trompetista Mayquel González y el saxofonista Emir Santa Cruz.
odh/Granma
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