La familia tiene un rol vital en la calidad de vida de las personas de la tercera edad. Foto: Ismael Batista Ramírez
El envejecimiento poblacional es un fenómeno natural e indetenible,
que en Cuba se acentúa en medio de
un contexto de desequilibrio en las
variables de natalidad, mortalidad y migraciones.
En ese contexto, corresponde
mirar las políticas de atención a la
tercera edad con más preocupación, suponiendo que en cada hogar, en los
próximos años, habrá al menos un adulto mayor; pues la esperanza de vida ronda favorablemente los 80 años.
Ello impone múltiples retos, en primer lugar, a la intersectorialidad, que hoy funciona; pero no como debería desde
cada uno de los barrios. No son pocas las personas mayores que viven solas, y
que, aun con familia, mantienen una vejez inactiva; ajena a las opciones que
existen en su localidad. Esas puertas hay que tocarlas más.
Por otra parte, también hay que
seguir educando a la gente desde antes de los 60, para desechar costumbres
tóxicas, dañinas al cuerpo; de manera tal que, cuando llegue la ancianidad, no
sean los achaques derivados de antiguas mañas los que hagan infeliz la vejez.
Ello obliga a articular,
tempranamente, planes de acción y atención diferenciada que satisfagan las
necesidades de esos grupos poblacionales.
En contexto
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud,
entre 2015 y 2050 la población con más de 60 años de edad pasará de 900
millones hasta dos mil millones, el 22 % del total.
- Las Américas estiman un crecimiento del 14 % al 23,4 %.
- Cuba, para 2030, prevé superar el 30 %.
- Según la Constitución cubana: “El Estado, la sociedad y las familias, en lo que a cada uno corresponde, tienen la obligación de proteger, asistir y facilitar las condiciones para satisfacer las necesidades y elevar la calidad de vida de las personas adultas mayores. De igual forma, respetar su autodeterminación, garantizar el ejercicio pleno de sus derechos y promover su integración y participación social”. (Artículo 88)
- Esas garantías, además, son reforzadas y ampliadas en el nuevo Código de las Familias, protegiéndolos de la violencia y estableciendo el deber de hijas e hijos a prestar colaboración en todas las circunstancias de la vida, cuidarlos, brindarles afecto y atenderles según sus necesidades.
- De esta forma se garantiza, desde la ley, un entorno seguro para este segmento cuyas limitaciones biológicas, sicológicas y sociales les hacen demandar cuidados que aseguren mejor calidad de vida.
- Atender las necesidades de la creciente población de 60 años y más, que se estima represente el 21.6 % al cierre de 2022, así como fomentar la participación de los adultos mayores en las tareas económicas, políticas y sociales están entre los objetivos de la Política para la atención a la dinámica demográfica, aprobada en 2014 y actualizada en 2022 por el Buró Político del Partido.
- “Este grupo poblacional es el único que crece en el país con casi 2.4 millones de personas en estas edades”; acotó el primer ministro, Manuel Marrero Cruz, en la más reciente sesión del Parlamento.
- Dentro de las siete subcomisiones de la Comisión gubernamental para la atención a la dinámica demográfica, están las de envejecimiento, sistemas de cuidados y respuesta productiva tecnológica al envejecimiento.
- Entre las medidas se encuentran la introducción de tecnologías para atender el envejecimiento, el desarrollo de nuevos medicamentos de producción nacional, y el perfeccionamiento del sistema de atención a la familia.
- La respuesta a las necesidades de los adultos mayores, de manera integral, es parte de los aspectos a ser atendidos de manera priorizada en los territorios.
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