Texto y fotos: Inés María Miranda
Andrés Peraza Dip cumplirá en noviembre 80 años de edad y reside en La Habana, en el municipio
de Diez de Octubre. Él tuvo la suerte de vivir intensamente y con entusiasmo los
primeros años de la Revolución, cuando
la contribución de todos, como ahora, era imprescindible para el nuevo proyecto
político-social que se gestaba con y para el bien de todos.
Peraza Dip enseña con orgullo a Radio Metropolitana
un diploma firmado por el entonces ministro
de Industrias, Ernesto Che Guevara, y el secretario general de la Central de Trabajadores
de Cuba (CTC), Lázaro Peña, que reconoce más de 300 horas de trabajo voluntario
en recogida de materias primas, en Pinar del Río, la más occidental de las provincias
de Cuba.
El preciado diploma, guardado con esmero y cariño, muy bien
conservado, muestra el color amarillo que adquieren los documentos o papeles viejos.
Aquellos fueron tiempos de intensas jornadas voluntarias que
tuvieron al Guerrillero Heroico como
su principal promotor.
A 55 años del asesinato del Che en Bolivia, Peraza Dip, fundador del Partido Comunista de Cuba (PCC), desenvuelve el diploma de alto valor sentimental para él.
Recuerda que en 1964 trabajó en la empresa de materias primas,
creada también por iniciativa del Che.
En jornadas voluntarias, de 15 o más horas diarias, recogían y procesaban papel,
cartón, pomos de vidrio de distintos tipos, telas de tapado en los centros de escogida
de tabaco, entre otros artículos que, en pacas, se enviaban para la capital del
país, donde había problemas con algunos productos, precisa Peraza Dip.
Por ese esfuerzo y contribución, él y un grupo de compañeros
fueron acreedores del galardón que reconoce el trabajo comunista y certificado recibido en acto masivo, en los Muelles
de La Habana.
Comenta, asimismo, Andrés
Peraza Dip, que en aquel entonces tenía 22 años de edad y decide continuar en
la actividad de materias primas hasta que se dedicó, al cabo del tiempo, a otras
tareas. Del mismo modo cumplió con los llamados de la Revolución, al igual que hacen los jóvenes de hoy, inspirados en el
ejemplo de sus antecesores.
Con 16 años, por luchar contra la dictadura de Batista, estuvo
preso en 1957 hasta que fue liberado por el pueblo con el triunfo revolucionario.
Como tantos compatriotas de su generación, conoció al Comandante Ernesto Che Guevara en sus recorridos
por fábricas, objetivos económicos y militares; aunque nunca tuvo la oportunidad
de compartir directamente con él.
El Che, dice Peraza
Dip, “siempre fue ejemplo para nosotros en todo, en el trabajo y en la actividad
combativa. Es paradigma para los revolucionarios cubanos y del mundo en su lucha
por la justicia y la libertad de los pueblos.”
amss
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