La jornada por el Día de la Cultura Cubana incluyó un recorrido por comunidades capitalinas en transformación
Texto y fotos: Ricardo R. Gómez
Rodríguez
Llegaron una vez más a beber de
la raíz, a compartir con el pueblo en los barrios.
Son reconocidos creadores
integrantes de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac); encabezados
por su presidente, Luis Morlote Rivas, quienes supieron de las transformaciones
en la comunidad Libertad, de Arroyo Naranjo, en el municipio capitalino de La
Lisa.
En la casona que antes sirvió de
lugar de descanso al tirano Fulgencio Batista, y ahora es Villa Libertad,
centro cultural del barrio, fueron recibidos por Roilán
Rodríguez Barbán, miembro del Buró Provincial del Partido
Comunista de Cuba; Tatiana Viera Hernández, coordinadora de programas del
Gobierno; y las autoridades municipales.
Conocieron de los beneficios a más de mil 800 habitantes que ahora disponen de una amplia unidad que sirve de poliservicio y donde tienen bodega, mercado de viandas, tienda TRD, farmacia, cafetería y consultorio médico. Además, construyeron un bello parque de diversiones para niños en un solar rodeado de palmas, donde anteriormente pastoreaban ovinos.
Yoamel Acosta Morales, presidente
del Poder Popular en La Lisa, y el intendente Ramón Alejandro Torres Rosa,
informaron que pavimentaron viales, hicieron aceras y les transforman las
viviendas, para lograr mejores condiciones de habitabilidad, a 12 familias
albergadas, incluso instalaron cabinas telefónicas.
También atienden a personas
vulnerables y les garantizan puestos laborales, y ofrecen facilidades para
estudiar a los desvinculados del trabajo y/o estudios.
Lo mismo que ocurre aquí, sucede en 10 comunidades de La Lisa.
La gente humilde llamaba a sus
artistas para hacerles fotos, les mostraban sus casas y reían con la felicidad que aporta la obra común.
En el barrio La Concepción, de La Lisa, a los integrantes de la Uneac los recibió el creador Saulo Serrano Serrano; quien está al frente de un taller de artes plásticas que se integra a un enorme polideportivo.
Cuentan que antes aquí hubo un
taller para reparar motos; pero ahora el motor es la comunidad donde
rehabilitaron íntegramente la escuela, el mercado, e hicieron un comedor para
el Sistema de Atención a las Familias, en el cual prestan servicio a personas
vulnerables.
El trovador Eduardo Sosa dijo,
en entrevista exclusiva, que satisface salir del centro y apreciar cómo crecen
estos lugares en medio de serias limitaciones económicas del país.
Agregó que es imprescindible atender y fomentar la espiritualidad de la gente,
porque el arte abre espacios y cultiva sentimientos donde otros no pueden
llegar.
amss
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