Luego de la lamentable explosión ocurrida en el hotel Saratoga, el pasado 6 de mayo, no fueron pocos los edificios aledaños a este inmueble que también sufrieron afectaciones.
Tras varios días de intenso trabajo, la escuela primaria Concepción Arenal está en proceso de terminación, y en la presente semana deben concluir las acciones que allí se ejecutan, aseguró a Granma Orlando Vigil Valdés, jefe del Grupo Coordinador de La Habana por el Ministerio de la Construcción (Micons).
Señaló que en estos momentos las acciones se centran en montar las puertas del exterior, y desde el Ministerio de Educación se trabaja en amueblar los pisos con los elementos necesarios para el pronto inicio de las clases, aunque después se requiera volver a montar la carpintería de la fachada y demás herrajes originales.
Los daños en otra de las instalaciones cercanas, el Capitolio Nacional, están prácticamente subsanados, y lo que queda pendiente se irá recuperando con el tiempo, pero no ofrece ninguna afectación para las funciones que se realizan en esa entidad del Estado, explicó la ingeniera Yohanna Aedo Gutiérrez, directora de Inversiones de la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana.
CONSERVAR EL ENTORNO PATRIMONIAL
Al segundo día del siniestro, recuerda la directiva, una de las primeras acciones de la Oficina en el Teatro Martí fue una limpieza de los escombros y recuperar lo que se podía reutilizar, desmontando para ello la carpintería y clasificando los herrajes y las rejas descolocadas.
En la defectación estructural del Teatro –añadió– los especialistas concluyeron que la primera crujía (el intercolumnio del inmueble), fue la que más sufrió con el impacto de la explosión, además de la pérdida casi total de los falsos techos de ese espacio y la iluminación de la fachada.
De conjunto con la empresa Restaura, perteneciente a la Oficina del Historiador, se realizó, además, un diagnóstico de la estructura de cerchas o armazones de madera originales –restauradas en su momento– y la cubierta sándwich que cubre la instalación.
La ingeniera Aedo Gutiérrez destacó que la cercha tenía 11 vigas salidas de lugar, y se planteó, como solución, poner unas de maderas similares, descargar las dañadas y volver a colocarlas en su lugar, un proceso en el que ya se encuentran trabajando los especialistas y que definirá la vitalidad de esa emblemática instalación cultural.
En relación con el techo, puntualizó que algunas de sus piezas metálicas se doblaron y se está en el proceso de acomodarlas en su lugar o buscar posibilidades para su impermeabilización.
La directora de inversiones de la Oficina del Historiador señaló que, para darle vitalidad al Teatro –después de solucionar los problemas mencionados, para lo cual se dispone de todos los recursos– queda por revisar los sistemas de protección contra incendios y contra intrusos, de seguridad, luminotecnia y sonido, entre otros elementos. “El compromiso que hizo la Oficina es poder reabrir el Teatro Martí para septiembre próximo, en ocasión del 80 cumpleaños del doctor Eusebio Leal Spengler”, aseguró.
La ingeniera Aedo Gutiérrez destacó que la afectación fundamental en el inmueble que ocupa la Asociación Cultural Yoruba está en su fachada, en la cual ya se están realizando acciones para cambiar la carpintería de madera.
Señaló que se interviene también la Iglesia Bautista El Calvario, un edificio con grado patrimonial que sufrió daños mayores, al colindar de forma directa con el hotel Saratoga.
En estos momentos, comentó la directiva, la empresa de Servicios Especializados de la Construcción (Secons) y la Empresa Nacional de Investigaciones Aplicadas (ENIA) están demoliendo de forma controlada algunas estructuras, al tiempo que van apuntalando y consolidando las partes afectadas de la instalación.
Cuando el peligro termine y se apuntale de forma correcta el inmueble, comenzará la etapa de analizar qué se puede salvar y cómo revertir esa situación. Una vez que concluya ese trabajo, precisó, la Oficina del Historiador realizará la restauración de la iglesia y de las dos viviendas anexas, que también fueron totalmente dañadas. Dijo que, cuando se desconcentren las facilidades temporales que existen en la zona, la idea es volver a dar vitalidad a la Fuente de la India y a los entornos del populoso parque de la Fraternidad.
RECUPERAR LAS VIVIENDAS, TAREA FUNDAMENTAL.
De los edificios de viviendas que existen en la manzana, que fueron afectados por el siniestro del Saratoga, el jefe del Grupo Coordinador de La Habana por el Micons comentó que, en el caso del edificio Prado 609, se evacuó y se entregaron las pertenencias a sus inquilinos.
Acotó que esta semana comienza el proceso de apuntalamiento de ese inmueble para que la ENIA y otras empresas inicien los estudios pertinentes, siempre con el objetivo de lograr que mantenga la misma fachada. Refirió que la edificación de Zulueta 512 está en proceso de demolición, y se calcula que el tiempo de duración de ese trabajo sea aproximadamente de dos meses.
Luego la Oficina del Historiador trabajará en una propuesta de nuevas viviendas para ese espacio y para la esquina de Monte y Zulueta.
lgl/Tomado de Granma
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