El legado de José Luis Cortés será una garantía en la banda que fundara el destacado músico. Foto: Dunia Álvarez Palacios
NG la Banda no solo se mantiene activa; sino que ha colocado en su horizonte la permanencia y renovación del legado de su fundador, el recientemente desaparecido José Luis Cortés, el Tosco.
Este último fin de semana, bajo la dirección de Lázaro Cortés, la orquesta reinició sus presentaciones, con una primera parada en la Casa de la Música de Galiano.
Un repaso al extenso repertorio de la agrupación demostró la absoluta vigencia de las orquestaciones de José Luis y su pegada intacta en los bailadores.
Lázaro Cortés explicó que esa será la base de la nueva etapa de la orquesta: “Mi padre no hizo música para pegar un día y ya. Su filosofía era hacer música; renovar la música; hacer que la gente gozara y bailara con los temas; y que al mismo tiempo se inquietaran con lo que escuchaban; pues para él melodía, ritmo, armonía, solo tenían sentido cuando iban un paso por delante de lo establecido”.
Entre los estímulos recibidos para el relanzamiento de NG la Banda se cuentan los apoyos del Instituto Cubano de la Música, la agencia Clave Cubana, la Egrem y el aliento de fundadores artistas largamente comprometidos con la trayectoria de la formación, como Issac Delgado y el saxofonista Germán Velasco.
“Contamos con nuevos músicos que se han sumado a los que en los últimos tiempos integraron la orquesta; y como símbolo de que entre NG la Banda no hay fisuras, nuestra voz líder seguirá siendo Tony Calá. Mi padre confió plenamente en Tony por su fidelidad y sus cualidades de sonero todoterreno”, acotó el recién estrenado director.
“De momento –consideró– la única innovación consiste en separar la batería de los timbales, algo que en el orden práctico necesitábamos. Los llamados 'metales del terror' seguirán teniendo protagonismo por el papel que desempeñan en la sonoridad de la banda, lo cual es un reto para los que en este momento asumen ese papel”.
Años atrás, Lázaro Cortés, incitado por el Tosco, lideró un proyecto propio, Cero Copia, en el que predominaba la fusión. Ahora se enfrenta a un desafío mayor, por el peso que representa no dejar caer una de las cúspides de la vanguardia musical cubana contemporánea.
amss/Tomado de Granma
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