Desarrollar la política social y los mecanismos de protección a las personas, familias y hogares en situación de vulnerabilidad fue un objetivo esencial del Gobierno cubano durante el año que cierra, marcado por la inflación y la crisis económica.
La persecución financiera a la que fueron sometidas las operaciones de la Mayor de las Antillas en gran parte del mundo, debido a la aplicación del bloqueo de EE. UU., vigente hace más de seis décadas, agravó la disponibilidad de alimentos e insumos en el país, incluidos los que se garantizan a través de la canasta familiar normada; lo que tuvo repercusiones en todos los sectores sociales de la nación.
Pese a esto, las políticas sociales, conquistas de la Revolución, se continuaron desarrollando en la educación, la salud, la cultura, el deporte y la recreación.
El Gobierno, a través de su cuenta en la red social x, señaló que durante 2024 se ha trabajado en la propuesta para la atención integral a las políticas sociales.
En ese sentido destaca la Política integral de niñez, adolescencias y juventudes, de la cual se elabora un anteproyecto de Ley y se construye un sistema de indicadores de resultado que permitan evaluar con efectividad el impacto de las acciones desarrolladas.
También se perfecciona la atención a las personas con conductas deambulantes y el funcionamiento de los centros de protección social.
Se incluye, igualmente, todo lo acontecido con el Programa de Adelanto de las Mujeres, como parte del cual se aprobó el protocolo de actuación ante la discriminación, el acoso y la violencia en el ámbito laboral, así como la modificación del Código Penal para aumentar las sanciones a quienes ejerzan violencia de género.
En cuanto al Programa contra el racismo y la discriminación, la fuente oficial distinguió la continuidad del monitoreo del Observatorio Color Cubano.
YVL
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