El día que hablé con Fidel

Corría el año 1999, recuedo que ya se había inaugurado La Escuela Latinoamericana de Medicina (ELAM),en la Habana,Cuba. Aquí jóvenes de diferentes Países de América Latina y el Caribe, cursaban sus estudios de Medicina.

 

 Foto tomada de la cuenta en X del Ministro de salud Pública de Cuba José Angel Portal Miranda

Testimonio de la periodista Aida Matínez López

Justo en ese año, el Colegio  de Médico de Honduras, rechazó la Brigada Médica Cubana que laboraba voluntariamente en ese país. Dada la difícil situacion de nuestro personal de Salud,el Gobierno Cubano,decidió regresarlos a la isla.

Para su recibimiento se acreditaron a varios periodistas, recuerdo que desde las 6 de la mañana ya estábamos en el Aeropuerto José Martí.

Pasadas las 3 de la tarde nos trasladaron para otro Aeropuerto, comentaban entre los colegas que el Pueblo Hondureño no dejaba salir a los Médicos, lo que retrasó la llegada del Avión.

Ya en horas de la tarde llegó el vuelo,Fidel,en la escalerilla del Avión los saludo a todos.

Seguidamente comenzó el acto de recibimiento,hablaron varios oradores,dentro de estos un estudiante hondureño, el hoy Doctor Luter.

Su discurso impresionó mucho a todos los presentes y nuestro Comandante, después de la clausura,se acercó a los periodistas y me preguntó qué me habían parecido las palabras del estudiante Hondureño.

Le conteste que aún estaba emocionada con su discurso y  me dijo:

- Es un joven con un gran futuro.

Se mantuvo unos minutos mas hablando del tema, y reiteró, que se  tenía que marchar, puso su brazo sobre mis hombros y me hizo caminar junto a él.

Mientras caminábamos juntos me comentó que por la noche seria el acto de condecoracion y  después una cena que había mandado a preparar, que yo estaba invitada, le respondi:

- Comandante, yo no estoy invitada, a lo que visiblemente incómodo me contestó

 - Acaso,hay otra persona por encima de mí que lo pueda impedir, entonces apretó su mano sobre mi hombro y se marchó.

Nerviosa y apurada salí a buscar más cassetes para seguir trabajando,ya casi no me quedaba tiempo para llegar al Consejo de Estado, pero lo logré.

En horas de la noche se hizo el Acto de Condecoracion a los Médicos y seguidamente nos condujeron al salón de la Cena. A esa hora tan tarde de la noche, yo no podía caminar, la vedad la jornada había sido laga  tampoco audaba el estreno un par de zapatos, donde mis pies ya no cambian de tanta inflamación.

El dolor era tan grande que no comí nada, mientras los invitados disfrutaban de las comidas.

En un momento me acerque a uno de los escoltas del Comandante y le pregunté que por dónde podía marcharme que me sentía mal,me contestó: 

- De aquí NO sale nadie hasta que Fidel se vaya.

Entonces me ubiqué en la última mesa,y cuando menos lo esperaba,el Comandante estaba frente a mí,me dijo:

 - Periodista la he estado observando y no ha comido nada, la cena está tan mala?.

Entonces le expresé:  -Usted tampoco ha comido nada Comandante, a lo que me respondió:

-Solo el desayuno,un vaso de Yogur y una fruta.

Ante el gigante que tenía a mi lado  no la pude contenerme  le hice la pregunta: 

-Usted ha logrado,lo que nadie, la Libertad y la independencia total de nuestra Patria, se siente un hombre feliz?

Y él me ,respondió:

- Yo no seré un hombre feliz ,mientras que en mi país haya un ser humano infeliz,". Estas palabras se quedarían gabadas paa siempe en mi mente.

Hoy cuando conmemoramos  el octavo Aniversario de su partida física y no está entre nosotros,no dejo de pensar en su ausencia,más en momentos como estos que vive el país, que vivimos todos, el recrudecido bloqueo que nos impone Estados Unidos, huracanes, las seias dificultades con la energía eléctrica, en el abasto de  agua, de gas, de alimentos y medicamentos.

Pese a estos difíles tiempos que coen no dejo de pensar  y de sentir que nuestro Comandante acompaña todas nuestas batallas y sigue con nosotros.

Soy  una cubana convencida de que Fidel es y será el timonel espiritual de este Barco llamado Cuba,  que navega hasta el sitio, donde habita la justicia  social y la felicidad, esa felicidad que él deseaba para nuestro pueblo.

YVL