Cada 16 de septiembre el mundo conmemora el Día Internacional de la Preservación de la Capa de Ozono, establecido por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1994.
Gracias a la toma de conciencia sobre la urgente necesidad de proteger la capa ozono, se han conseguido resultados inéditos en su recuperación,al eliminarse más del 99 por ciento de las sustancias químicas que la agotan, entre ellas los clorofluorocarbonos (CFC).
Vital importancia cobra en este sentido el Protocolo de Montreal, firmado en 1987, con el que se han conseguido estos resultados, frutos de la acción conjunta de 197 países que, al reducir la radiación ultravioleta que llega a la Tierra protegen la salud humana y los ecosistemas.
Tanto se ha avanzado, que es de esperar que en torno a 2040 la capa de ozono regrese a los niveles que la identificaban en 1980.
Retos pendientes
También el uso de tecnologías como la geoingeniería constituyen otro desafío al que se suma la inyección de aerosoles en la estratosfera que podría alterar la dinámica atmosférica y afectar la producción de ozono, por lo que se demandan más investigaciones y precauciones al respecto.
Cuba se suma a la protección de la capa de ozono
Muchas son las entidades que en Cuba suman esfuerzos a favor de la preservación de la capa de ozono, tema en el que la humanidad ha evidenciado que es posible, desde la cooperación y el convencimiento, proteger a nuestro planeta y tributar a un porvenir habitable.
La mayor de las Antillas pasó en 2021 a la fase final del programa para la eliminación paulatina de los hidroclorofluorocarbonos, gases usados en la refrigeración y la climatización que resultan muy nocivos para la capa de ozono.
Asimismo, con la ratificación del Convenio de Viena y el Protocolo de Montreal en 1992, Cuba ha cumplido con sus compromisos para reducir el uso de sustancias agotadoras de la capa de ozono.
Así refiere el director de la Oficina Técnica de Ozono (OTOZ) del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (Citma), Doctor Nelson Espinosa Pena quien indica que nuestro país destaca como un ejemplo de compromiso y acción efectiva.
Como parte de su gestión medioambiental, Cuba también ratificó su compromiso con la Enmienda de Kigali al Protocolo de Montreal y ha diseñado un Plan Nacional de Reducción de los HFC hasta el 2045, indica la Agencia de Energía Nuclear y Tecnologías de Avanzada (Aenta) en su sitio oficial.
Tomado del Portal Cubasí
YVL
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