Impulsar el desarrollo local, a partir de la articulación de actores locales, el fortalecimiento de capacidades y la comprensión de su multidimensionalidad, se propuso el proyecto de colaboración internacional “Transformación integral en el municipio La Habana del Este: un camino hacia el desarrollo inclusivo y sostenible del territorio”, publica Tribuna de La Habana .
Tras tres años de ejecución, esta iniciativa innovadora realizó su taller de cierre con la participación de autoridades del municipio, actores y representantes del Centro de Cooperación para el Desarrollo de los Países Emergentes (COSPE), el Centro de Desarrollo Local y Comunitario (CEDEL), sus coordinadores, y la Agencia Italiana de Cooperación para el Desarrollo (AICS)-sede de La Habana, que financió la experiencia.
En ese encuentro se reconocieron a los proyectos, sus líderes e integrantes, así como a las organizaciones que contribuyeron a la favorable ejecución de la iniciativa, entre ellas, las autoridades locales, COSPE, CEDEL, AICS, así como al Centro de Intercambio y Referencia sobre Iniciativas Comunitarias (Cieric)
Una idea que dio frutos
De este proyecto se esperaban tres resultados: mejorar las capacidades de planeación territorial integrada a través de un proceso participativo, liderado por el Consejo de la Administración Municipal (CAM), reducir el riesgo de catástrofes medioambientales y mejorar la adaptación a la emergencia climática, mediante la rehabilitación de los ecosistemas, y fortalecer la participación cultural y de la relación entre comunidad y territorio.
Pasados tres años, y pese a la pandemia, se lograron los indicadores propuestos y más. En el taller de cierre, se hicieron valoraciones acerca de la utilidad de un proyecto que, dicen, llegó para cambiar La Habana del Este.
Para María Roxana Solórzano Benítez, coordinadora por la parte cubana en el CEDEL, del Ministerio de Ciencia Tecnología y Medio Ambiente, el proyecto vino a fortalecer todas las estructuras municipales, a tono no solo con lo que está haciendo el país en el tema del desarrollo local y el Plan de desarrollo al 2030, sino también dando cumplimiento al artículo 168 de la Constitución, que pauta el papel de los municipios, de ahí que su primer resultado sea el fortalecimiento de esas estructuras de gobierno municipal.
“Una de las de las acciones fundamentales de este proyecto fue, mediante la creación de un Consejo Técnico Asesor, completar, ayudar y asesorar la Estrategia de Desarrollo Municipal”, que es hoy “de referencia, incluso para el resto de la provincia y del país, porque se completó hasta políticas locales de desarrollo municipal”.
Esto tiene alta connotación, dijo, porque el país está abogando por el desarrollo local como principio fundamental para el fortalecimiento de los municipios, a través de los proyectos de desarrollo local, de pequeñas y medianas empresas, las cooperativas, los proyectos comunitarios, para que las estrategias de desarrollo municipal cobren vida.
Los resultados tienen un enfoque más integral del desarrollo, en todas sus dimensiones, desde lo económico, lo cultural y lo ambiental, enfatizó. Al respecto, consideró que la experiencia de cooperación ha favorecido no solo la EDM, sino que conecta con todos los planes a nivel municipal, el de ordenamiento territorial urbano y la estrategia de comunicación, que también fue beneficiada con asesoramiento técnico, y con la participación ciudadana en los consejos populares y el fortalecimiento de proyectos sociocomunitarios.
Ricmar Rodríguez Gutiérrez, secretario del Comité Municipal del Partido en La Habana del Este, se refirió al reto que impone el desarrollo y la necesidad de hacerlo coherente con la protección del entorno, “construyendo escenarios, ordenando realidades, encausando voluntades individuales hacia proyectos colectivos y sobre todo, llegar a consensos sociales, no solamente las instituciones, sino todos, en la armonía que se necesita”.
Rodríguez Gutiérrez destacó la riqueza del capital humano y los conocimientos de quienes que integran hoy el Consejo Técnico Asesor, que viven en el territorio, con mucha voluntad de hacer y a los que se han sumado las autoridades para encausar por el aporte real en ese gran reto en medio de una economía de guerra “que hace mucho más difícil que triunfe cualquier voluntad, porque son muy pocos los recursos y, sin embargo, se siguen haciendo cosas y se siguen dando soluciones”.
Por otra parte, hizo alusión a cómo en el municipio se comparte el tiempo entre las urgencias y en proyectar el futuro “que nos va a garantizar también resolver las necesidades de nuestra población, que es la esencia de nuestro proyecto social” y eso “construirlo de manera armónica y teniendo muy en cuenta su criterio y sus posibilidades”.
Alianzas=fortalezas
La AICS, explicó Antonio Festa, director de la Agencia Italiana de Cooperación para el Desarrollo (AICS)-sede de La Habana, es la entidad pública gubernamental italiana para la promoción del desarrollo internacional con el propósito de impulsar iniciativas de cooperación para el desarrollo, según los principios de eficacia, eficiencia, transparencia y economicidad y en el respeto de la Agenda 2030.
Entre las modalidades de cooperación que hoy tiene en Cuba se encuentran las de integrar actividades y proyectos con la organizaciones no gubernamentales italianas, en este caso COSPE, que se ha articulado con el CEDEL, centro de estudios vinculado al Citma. “La cooperación italiana considera como uno de los ámbitos importantes del trabajo, el desarrollo local y la dimensión cultural”, donde la cultura, el patrimonio y las economías creativas junto al desarrollo local e innovación territorial constituyen sectores prioritarios de nuestra cooperación en Cuba, según documento programático.
Al respecto, apuntó que el proyecto de La Habana del Este es un ejemplo de vinculación entre estos dos sectores de trabajo y su relevancia radica en que “ha puesto énfasis en el fortalecimiento de las capacidades de los sectores locales y del gobierno de La Habana del Este para hacer más eficiente y fortalecer la Estrategia de Desarrollo Municipal y el plan parcial de la zona costera” y potenciado espacios importantes como son el Centro de gestión para el desarrollo local, el Centro de gestión de riesgo, así como talleres de producción de materiales para la construcción y los viveros del municipio.
Un antes y un después
La iniciativa llegó en un momento muy particular. De acuerdo con Fabio Laurenzi, de COSPE, el país se encuentra en una fase de transformación importante en lo referente a la autonomía municipal y de los territorios. “A partir de ahí nace este proyecto que es extraordinariamente contemporáneo, que está en el presente de Cuba, participa y contribuye a construir el futuro, respecto a la implementación de la de lo que la constitución y la ley prevén en términos de autonomía municipal”, destacó.
Por otra parte, consideró, “Transformación integral en el municipio La Habana del Este: un camino hacia el desarrollo inclusivo y sostenible del territorio” es referente también en la articulación entre instituciones y actores diferentes.
Omar Portando Calá, director de desarrollo del gobierno municipal en La Habana del Este, quien conoce la iniciativa en todo su curso de vida, consideró que de los cinco proyectos con colaboración internacional en ejecución en el territorio, este es líder por sus resultados, impacto y por su alcance en las cinco líneas estratégicas de la Estrategia de Desarrollo Municipal (EDM)
Esta iniciativa identificó Proyectos de Desarrollo Local líderes, uno de ellos es El Cachón. Elizabeth Grillo, titular de esa experiencia surgida en 2004 en el Consejo Popular Cojímar, señala: “recibimos un grupo de capacitaciones que nos sirvieron de mucho, porque desde el primer momento se logró una mayor integración de los mismos proyectos dentro del municipio, lo que ha sido una fortaleza, porque nos hemos ido nutriendo unos de otros”.
Para Andrea del Sol, especialista principal del Taller de Transformación Integral del Barrio (TTIB) Alamar Este, una experiencia de trabajo comunitario de gobierno, el proyecto “llegó en un momento no solo necesario, sino imprescindible para el desarrollo del territorio” y “ha servido para darnos luces de cuánto potencial existe en el municipio y cuántas cosas se pueden hacer... también ha logrado el trabajo articulado con las estructuras de gobierno, sobre todo, desde la dirección de desarrollo municipal, el gobierno municipal, la estructura de la Asamblea Municipal y del CAM”.
A su juicio, la iniciativa ha permitido legitimar el trabajo que se viene haciendo hace muchos años y mostrar que es posible, entre todos, cumplir o lograr los sueños y tratar de satisfacer desde dentro del municipio algunas de las necesidades de sus pobladores.
En el encuentro, participó el coro La caracola, del PDL Coraleando, que coordina la profesora y doctora en Ciencias de la Educación Mercedes Plá e integra varias cantorías para niñas, niños, adolescentes y personas adultas mayores en varias localidades del municipio.
Según Plá, Coraleando fue una de las seis iniciativas líderes seleccionadas y el proyecto les aportó desde el conocimiento y la capacitación hasta el equipamiento para la realización de las peñas, “que ayuda a una mejor calidad en las presentaciones, en los talleres de verano y otros”; caretas y patas de ranas para el taller de buceo, donde se combina la utilización de la respiración para cantar y se llega a los corales, como parte de la educación ambiental. “Coraleando es la unión de la música coral y el cuidado de los corales de la cresta coralina que tenemos más cercana, en el Rincón de Guanabo”, dijo y agregó que se suma también un cancionero, con canciones de su autoría, que forman parte de la música de nuestro territorio y su patrimonio inmaterial.
Azul marino es otra de las iniciativas que se insertaron en el proyecto de cooperación. Según el biólogo Ramiro Sánchez, uno de sus integrantes, esa experiencia promueve tanto la reforestación como la conservación de plantas cubanas y la recuperación de algunos espacios en la playa de Cojímar, que integrarían un área protegida. A la par de trasmitir valores por la conservación del medio ambiente, mediante la educación de la infancia y la comunidad, promueven la creación de objetos utilitarios a partir de materiales reciclados, entre ellos, cestas y figuras de animales.
Algunos resultados
Como parte del proyecto se fortaleció la planeación territorial con cuatro documentos estratégicos que potencian el trabajo del gobierno y las instituciones locales, se entregaron equipamientos e insumos a diferentes estructuras gubernamentales locales, para impulsar el trabajo en áreas clave para el desarrollo del territorio y se diseñaron e implementaron herramientas y estudios innovadores: diagnóstico integral de La Habana del Este; mapeo de recursos culturales y patrimoniales; diagnóstico de escenarios de peligro.
El proceso participativo apoyado por el proyecto y liderado por el CAM propició la creación 40 PDL -que generan empleo para 125 personas-, en tanto 25 proyectos comunitarios son parte de la Estrategia de Desarrollo Municipal, con reconocimiento de la población.
El fortalecimiento de la labor del Consejo Técnico Asesor del CAM, integrado por personas expertas del territorio procedentes de los sectores público y privado, y de las capacidades y habilidades de 242 personas, incluidas 145 mujeres y 11 jóvenes, a partir de espacios formativos sobre temáticas ambientales y la elaboración de materiales de educación y visibilidad de recursos ambientales, entre ellos el manual técnico para reforestación, materiales comunicativos en diferentes soportes, fueron otros de los saldos de la experiencia que finaliza.
Entre otros resultados se encuentran la articulación con actores de los sectores público y privado para acciones ambientales y de movilización social, la diversificación de la producción de materiales de construcción, a partir del reciclaje de escombros, la innovación y el uso de energías renovables, lo que permite contribuir al programa de la vivienda. A su vez, se forjaron nuevas alianzas y relaciones estratégicas con redes, proyectos, fundaciones, gobiernos locales que, en Cuba e Italia, trabajan y promueven la economía social solidaria, la gestión sostenible del patrimonio y las industrias culturales y creativas y se formaron personas vinculadas a proyectos del territorio en una veintena de temáticas, entre ellas, género, diversidad sexual, equidad social, gestión del patrimonio, economía social y solidaria, participación ciudadana y gestión de proyectos.
Una de las vertientes de la iniciativa se enfocó en potenciar proyectos socioculturales comunitarios y PDL, liderados en su mayoría por mujeres, que hoy forman parte de las líneas estratégicas de la EDM, así como en acciones de educación ambiental, socialización de buenas prácticas y participación en eventos permitieron poner en valor los recursos culturales y patrimoniales.
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nyr/Tribuna de La Habana
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