A los 67 años de edad se despidió del mundo el querido trovador, autor de temas antológicos de la canción cubana
«Desde la Uneac, despedimos a Angelito, icónico trovador, con más de 40 años de vida artística y un modo particular de cantar y escribir canciones que convirtió en principio de vida. Temas como Solamente una ventana, Tumbao o Corazón, corazón forman parte de la banda sonora de esta Isla. Su música permanecerá en las generaciones de cubanos, como símbolo de la vitalidad de su obra», refiere el escrito.
Y es así, la muerte lo venció en plena efervescencia de trabajo, cuando combatía valientemente su enfermedad. Por estos días trabajaba en su disco Canción de luz, rubricado por el sello Ojalá.
Este fonograma, refirió Prensa Latina, «es una declaración de amor, fe y esperanza del músico y guitarrista, que crecerá en las voces del propio Silvio, en una canción junto a Angelito; también de Anabel López, acompañada al piano por el maestro Frank Fernández». En él, «cada letra es una joya que viaja junto al talento de reconocidos artistas. Además de Kiki Corona y Beatriz Márquez, participarán también Bárbara Llanes, Alain Pérez, Marta Campos, Frank Delgado, Heidi Igualada, Juan Carlos Pérez y Alejandro Valdés, entre otros».
En una entrevista al periódico Cubarte, a la pregunta de ¿cuándo reconoció que quería ser trovador?, respondió: «yo lo que quería era hacer canciones, y eso es lo que hice. Siempre, por supuesto, las canciones de la Nueva Trova fueron mucho más cercanas estéticamente a lo que yo pretendía y quería hacer, a mí me encantaban esos textos que me hablaban del amor de una manera diferente a lo que estábamos acostumbrados a escuchar. Creo que fui un trovador inconsciente, me fui acercando entendiéndola en el camino, pero soy trovador».
Y lo fue. Su voz transmitió la rectitud de su pensamiento y el amor por su patria. En ninguna de sus creaciones quedó más clara la verticalidad de su postura que en ese antológico tema Solamente una ventana: Soy lo que fui / y lo que fui / es lo que seré mañana también / porque yo soy solamente una ventana / que entre la vida y entre la muerte / abre sus alas.
En la conocida canción, su autor asegura encontrar entre la vida y la muerte su porqué. Hoy que ha partido, y se advierte más nítido el recorrido, puede verse que, tal como lo expresara, Angelito Quintero, en ese intervalo trascendente, se halló a sí mismo, leal a los resortes que lo convirtieron en una de las voces imprescindibles de la canción cubana.
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