A propósito de la Fiesta del tambor, a celebrarse en los primeros días del mes de marzo, publicamos la entrevista a Ulises Mora, director de Timbalaye, en la cual abordó el concepto sonoro como parte del patrimonio inmaterial de nuestra nación.

“Nos consideramos un promotor internacional de la cultura cubana. Nuestro motor es la rumba y nos enfocamos en los distintos caminos de la rumba como patrimonio inmaterial que conforma nuestra cultura. Por ejemplo, continuamos trabajando los distintos matices de nuestra identidad, enfocados en el batá, un instrumento que forma parte del patrimonio sonoro de la nación y su legado: unidos con la danza. En este sentido contamos con el asesoramiento metodológico de la licenciada Irma Castillo y hemos creado movimientos técnicos para que no se pierda la identidad del Son, de la Rumba y lo afrocubano.

“Las nuevas generaciones necesitan de esa base. Hemos concebido la ruta de la rumba en Europa. En Italia tenemos una asociación cultural: Aché, una escuela con el nombre Clave de son, que nació en el centenario del nacimiento de Nicolás Guillén y desde la cual mantenemos las clases, eventos internacionales, con el apoyo de especialistas del Ministerio de Cultura (Mincult) y de la Asociación Hermanos Saíz (AHS) de la cual somos miembros de honor.

“Nuestro proyecto del barrio y la comunidad, tiene más de 25 años. Trabajamos, desde 2014, en la conformación del proyecto Vivir en los barrios que fue acogido por nuestro Presidente Miguel Díaz-Canel Bermúdez, para orgullo de nosotros.

“Es precisamente, porque en el barrio está la esencia, el movimiento de lo cultural, de la rebeldía, de la creatividad, los motivos y razones para continuar estos proyectos. Ese imaginario del cubano, en nuestra creatividad radica la solución de los problemas.

“De ahí que manifestamos ese de independencia que nos caracteriza en la búsqueda de soluciones a nuestros problemas. Considero que somos uno de los países más creativos del mundo. Luchar contra un bloqueo genocida, en los momentos que el capitalismo arrecia con seudovalores de la cultura y sus argumentos están centrados en el neocolonialismo de la información: la batalla más grande.

“En el sonido del Son, de la Rumba, el Bantú, el Arará, lo Yoruba, en la fusión de nuestros ritmos, llamada Salsa, está el espíritu que nos motiva a continuar desde el enfoque de nuestra raíz.

“Miguel Barnet es nuestro maestro, guía y mentor. Seguimos la obra que acoge y abraza desde Don Fernando Ortiz. Sostenemos un centro cultural, con el asesoramiento de la poetisa María Elena Mora, en México, que se enlaza con Italia y América Latina. La ruta de la rumba nace a raíz de ese reconocimiento internacional. La rumba es un concepto filosófico. Es por eso que trabajamos con el sonido como esencia de la identidad de nuestra nación”.

Recientemente El proyecto Timbalaye, Promotor Internacional de la Cultura Cubana, inició el año 2024, con un llamado al cuidado del patrimonio de los barrios y en su dedicación al 505 aniversario de la fundación de la Villa de San Cristóbal de La Habana.

nyr/Tribuna de La Habana