Fotos. Ricardo R. GĂłmez RodrĂguez
Cuando la tarde arribaba a sus Ășltimos minutos, llegaron gritos solidarios de hermanos que venĂan del Sur. Los niños desde las aceras decĂan: “Esa es la caravana”… pero alguien rectificĂł.
“Cuba sĂ, bloqueo no, Viva Fidel y la RevoluciĂłn”, era la consigna que repetĂan una y otra vez los brasileños.
Poco tiempo despuĂ©s arribaron los vehĂculos de combate. JĂłvenes empinaban al aire las banderas, y las medallas en los pechos de los veteranos combatientes, hablaban de hazañas y victorias. Era el destino final de la ediciĂłn 65 de la Caravana de la Libertad.
En el municipio capitalino de Marianao, desde la Ciudad Escolar Libertad se mezclaron cantos, poesĂas, danzas, arengas, voluntades y anhelos, por forjar juntos esta obra, que contra viento y marea, sigue pariendo corazones.
nyr