Liga Elite: Industriales dejó al campo a Artemisa y se quedó solo en la cima

 Los Leones de Industriales vencieron 5-4 a los Cazadores de Artemisa y se mantienen en la primera posición de la II Liga Élite del Beisbol Cubano

Foto: Boris Luis Cabrera

Un lineazo del sustituto Jorge Yoan Rojas en el final de la novena entrada les dio la victoria 5-4 a los Leones de Industriales frente a los Cazadores de Artemisa y los mantuvo en la primera posición de la II Liga Élite del Beisbol Cubano.

La tropa capitalina de Guillermo Carmona, que llevaba 19 capítulos sin poder anotar carreras frente a sus rivales, se amotinó a la hora de recoger los bates frente al veterano José Ángel García, después de ser dominada por el zurdo Geonel Gutiérrez.

Luis Vicente Mateo trajo a dos compañeros a casa con un doblete y Jorge Enrique Alomá sacó la pelota del parque con uno a bordo para igualar las acciones, cuando las esperanzas se habían escapado por los pasillos del Coloso del Cerro.

Luego de una expulsión por pelotazo del sustituto Yan Edwing Cabrera que elevó las temperaturas, el refuerzo pinareño sacudió el estacazo que definió el choque ante un envío del experimentado Miguel Lahera, para enloquecer a los pocos aficionados dispersos por los graderíos.

Fue en el cuarto episodio cuando los visitantes lanzaron sus dos primeras flechas contra unos contrarios que apenas habían anotado tres carreras en igual cantidad de partidos.

Un doblete de José Antonio Jiménez preparó la escena, antes que Ronmy Proenza lo impulsara con un sencillo y Osbel Pacheco, con otra conexión de dos bases, se anotara su remolque número 18 de la campaña, líder del equipo en ese departamento.

Una entrada más tarde Luis González golpeó la pelota por encima de los colchones de la pradera izquierda, ante un envío del abridor Kevin Hernández, quien lanzó siete entradas y esperó en vano una reacción de los maderos azules, embrujados en esta última semana.

En el octavo un doble de Raúl González frente al relevista Yeniel Medina empujó la cuarta de los cazadores, pero los dioses del beisbol tenían ya reservado el electrizante final.

odh

 

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