Este 16 de noviembre se celebró el aniversario 504 de la fundación de la Villa de San Cristóbal de La Habana con una gala artística y la tradicional vuelta a la ceiba en El Templete, en las que participaron las máximas autoridades de la ciudad junto al pueblo de la capital
El aniversario 504 de la fundación de la Villa de San Cristóbal de La Habana fue celebrado este jueves con una gala artística y la tradicional vuelta a la ceiba en El Templete, sitio fundacional de la ciudad.
La actividad cultural se desarrolló en el histórico Teatro Martí, con la presencia de Inés María Chapman Waugh, vice primera ministra de la República; Luis Antonio Torres Iríbar, primer secretario del Comité Provincial del Partido; Yanet Hernández Pérez, Gobernadora de La Habana, y Perla Rosales Aguirreurreta, Directora General Adjunta de la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana (OHCH) .
El espectáculo artístico fue un abanico de géneros musicales, desde la zarzuela hasta la habanera; del danzón al guanguanco, el canto lírico, el son y la canción.
Para interpretarlos con todo el rigor y sentimiento que merecen estuvieron el coro y la orquesta de la Televisión Cubana; el Ballet Español de Cuba y el Conjunto Folklórico Nacional; así como los solistas Milagros de los Ángeles Soto, Idra María Roca y Eugenio Hernández.
El clímax llegó con Gerardo Alfonso y su clásica " Sábanas blancas" , ese guanguancó que nos hace pensar siempre en La Habana, y en su eterno "novio", el Dr. Eusebio Leal Spengler, el Historiador de la Ciudad, el heredero de la obra de Emilio Roig de Leuschering.
Al concluir la gala, los festejos se trasladaron a la Plaza de Armas donde un grupo de pioneros custodiaron las Mazas del Cabildo, en una procesión que partió del Palacio de los Capitanes Generales y culminó en El Templete, donde las máximas autoridades de la capital y el personal de la OHCH se unieron al pueblo para realizar la tradicional vuelta a la ceiba.
Hace justo 504 años se ofició allí la primera misa de la futura capital, y el Cabildo recibió la guarda y custodia de los fueros y privilegios de la villa de San Cristóbal de La Habana, según costumbre y usanza de las leyes de Castilla.
En declaraciones a la prensa capitalina, Torres Iríbar envió una felicitación a los habaneros, haciéndola extensiva a todos los cubanos, por su laboriosidad y su resiliencia, "porque este es un pueblo que hace, que innova, que labora todos los días por transformar su entorno, por hacer de La Habana lo más grande".
La Gobernadora de la ciudad también congratuló a los capitalinos, porque " es un pueblo que se lo merece, que ha demostrado que con él se puede contar, que colabora, y que tiene confianza en que un futuro mejor es posible, a pesar de las dificultades. La Habana abraza a todos sus habitantes, aunque no hayan nacido aquí, a los visitantes que disfrutan de su historia, su cultura, su arquitectura, y la hospitalidad de su gente".
Fue una noche de emoción y remembranza, sacudida por el tradicional cañonazo de las 9:00 ; un "disparo" a la eternidad que nos hizo pensar otra vez en Eusebio y aquella profecía de la poetisa Fina García Marruz:" Cuando lo olviden los hombres, todavía lo recordarán las piedras».
