La sencillez en su concepción y una gran eficiencia permitieron terminar el Pabellón Cuba en solo 72 días, para dar acogida a la exposición principal del más importante evento con participación foránea que realizaría Cuba después del triunfo de la Revolución: el VII Congreso de la Unión Internacional de Arquitectos, que aconteció en octubre de 1963, y cuyo acto de clausura estuvo a cargo del Comandante en Jefe Fidel Castro, en el teatro de la Central de Trabajadores de Cuba (CTC).

El arquitecto Juan Campos Almanza y el ingeniero Maximino Isoba tuvieron, respectivamente, la responsabilidad de la proyección y de calcular lo que es considerada una obra emblemática de las postrimerías del movimiento moderno en la Isla y a su vez, hace referencias a la tradición arquitectónica cubana. Así lo atestiguan sus grandes aleros, patios, galerías, portales, juegos de agua, altos puntales, locales cerrados y semiabiertos, muy propios de las antiguas casonas coloniales.

Apenas cuatro años después de su inauguración fue engalanado con el famoso Salón de Mayo del Museo de Arte Moderno de Francia, que por primera vez tuvo su locación en este hemisferio.

Foto: Tomada de ACN

Sede nacional de la Asociación Hermanos Saíz, ha amparado el bullicio, como subsede, de las Ferias Internacional del Libro y Arte en la Rampa, dos ejemplos de la variada programación que se realiza en esta instalación de la Rampa capitalina, entre las que se cuentan peñas de trova joven y jazz, conciertos, exposiciones, conferencias, proyección de audiovisuales, lo cual la reafirman como una de las principales plazas culturales de la ciudad de La Habana y del país.

nyr/Tribuna de La Habana