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El mejor concierto para inaugurar el Festival Mozart Habana 2023

 

Javier Negrín junto a la Orquesta Lyceum de La Habana. Foto: Néstor Martí

Estremeció el Oratorio San Felipe Neri en el concierto inaugural del Festival Mozart Habana. Todo el público vibró en el asiento con cada interpretación. Los protagonistas de la noche fueron, el destacado pianista español Javier Negrín y la orquesta, que hace bastante tiempo se ha convertido en una de las mejores de Cuba: Lyceum de La Habana, junto a la Academia Orquesta Juvenil, ambas bajo la tutela del director José Antonio Méndez.

Orquesta Lyceum de La Habana junto a la batuta de José Antonio Méndez. Foto: Néstor Martí

La primera pieza tocada, del autor Julián Orbón (1925-1991) Homenaje a la tonadilla, divertimento para orquesta (1947), en un programa en los movimientos: I. Allegro jubiloso; II. Vivace a Grazzioso, III: Lento y un IV. Allegro rítmico, interpretados por la Orquesta del Lyceum de La Habana y la Academia Orquesta Juvenil, bajo la tutela del director José Antonio Méndez. Mientras que, en un segundo momento disfrutamos la obra Sinfonía No 33 en si bemol mayor KV.319 (1779), del homenajeado Woldgang Amadeus Mozart (1756-1791) en I. Allegro assai; II. Andante moderato; III. Menuetto; IV. Finale. Allegro assai.

El pianista Javier Negrín interpretando la partita No. 4, de Julián Orbón. Foto: Néstor Martí

Para el cierre la orquesta se unió a uno de los pianistas más prometedores de España: Javier Negrín en la partita No. 4, de Julián Orbón (1925-1991) movimiento sinfónico para piano y orquesta, de 1985. Este cierre ha sido sin dudas, estrepidante, pues lo notablemente complejo de la obra se convirtió en belleza por la interpretación armónica de cada nota, y la descripción al detalle del tempo, métrica, ritmo, altura, para de esta forma regalarnos una ejecución precisa de esta pieza musical.

No podía existir mejor cierre para comenzar el Festival de Mozart Habana.

Sobre el pianista Javier Negrín

Desde que debutó en el Wigmore Hall de Londres, en 2004, se desarrolla con una carrera internacional como solista y músico de cámara, llegando a tocar en importantes salas de Europa, Sudamérica y el Oriente.

A lo largo de su trayectoria ha recibido los premios Pauer, Phyllys Wright y Hopkinson Silver Medal y ha ganado los concursos Joy Scott Prize, Esther Fisher Prize, Quilter Prize y Frank Heneghan Prize, entre otros. Se le ha sido distinguido con galardones por las mejores interpretaciones de Schumann, Chopin, Brahms, Ravel y estudios de virtuosismo.

El pianista Javier Negrín concluido el concierto. Foto: Néstor Martí

Antes de decir adiós a la sala, Tribuna de La Habana conversó con el protagonista foráneo de la noche, Javier Negrín, quien nos comentó sobre sus impresiones de tocar por primera vez esta pieza y hacerlo junto a los músicos cubanos.

“Es una sensación muy especial porque esta pieza de Julián Orbón nunca se había tocado, entonces, el estreno en Cuba de un compositor cubano es por un lado, una responsabilidad y por otra, un honor. La obra lo vale, merece totalmente ser descubierta, tocada, merece ese reconocimiento, y esto es solo un primer paso para seguir con ese reconocimiento.

“Los músicos cubanos tienen una energía y una vitalidad enorme, son muy creativos y tienen un entusiasmo que es muy contagioso también. Todo esto se nota en la vibra y la energía, tocando juntos. Es como sumar, todos uno”.

nyr/Tribuna de La Habana 

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