Alegría en San Juan de Dios: La Cruz es cuatro veces campeón panamericano

 

 

El multicampeón olímpico y panamericano ganó su combate en la final de los 92 kg

Toda Cuba esperó con ansias esta jornada final del boxeo de los 92 kg. La expectativa, ver 'bailar' a Julio César sobre el ring para conseguir su cuarto título panamericano consecutivo.

Hasta el gimnasio del Centro de Entrenamiento Olímpico, de Santiago de Chile, llegaban las buenas vibras y el público le deseaba el triunfo al doble campeón olímpico.

“Cuba, Cuba... Julio, Julio”, coreaba gran parte de la afición durante la electrizante pelea entre el camagüeyano y el brasileño Keno Machado.

Acebal y Mena lo asesoraban. Julio crecía sobre el encerado. Trabajaba con mucho cuidado, miraba de vez en vez hacia las gradas, aumentaba el ritmo. La decisión de 4-1 a favor de su rival en el segundo asalto no lo amilanó. Fue por ganar el tercero, sin margen a dudas, por acabar el combate.

Todos de pie, con los nervios de punta y en espera del veredicto. Y lo hizo.
Volvió a hacer la cruz para todos; su mamá, amigos de su barrio San Juan de Dios, la escuela cubana de boxeo. Consiguió así el primer oro del buque insignia en Santiago 2023.

“Fue un combate muy reñido. Mucho nivel. Me basé fundamentalmente en tratar de contraatacar porque es un boxeador muy técnico, más alto que yo. Este título es para todo el pueblo cubano. En especial para mi madre, como siempre digo.

“Creo que ya hice historia, pues soy el único boxeador cubano que ha logrado cuatro coronas panamericanas”, dijo emocionado en zona mixta.

El abanderado de la delegación cubana a estos Juegos Panamericanos ya cumplió. Es de oro y por cuarta vez en unos juegos continentales.

El multicampeón olímpico y panamericano ganó su combate en la final de los 92 kg. Foto_ Roberto Morejón/Jit

El multicampeón olímpico y panamericano ganó su combate en la final de los 92 kg. Foto_ Roberto Morejón/Jit

El multicampeón olímpico y panamericano ganó su combate en la final de los 92 kg. Foto_ Roberto Morejón/Jit

 Por/Angélica Arce Montero

odh

Publicar un comentario

Artículo Anterior Artículo Siguiente