La medalla de oro ganada el fin de semana pasado por el capitalino Juan Carley Vázquez en el evento de lanzamiento de la bala del I Memorial Jesús Molina de Atletismo 2023 fue, sin dudas, una magnífica noticia para los seguidores de este joven atleta.
La importante competencia, celebrada en el Estadio Panamericano de La Habana, apenas recibió cobertura mediática. En ello tal vez influyó que por esos días todas las miradas especializadas en las disciplinas del campo y la pista estaban concentradas en las finales de la Liga de Diamante 2023, efectuadas en la ciudad de Oregón, Estados Unidos.
De cualquier modo, la lid realizada en el conocido escenario de La Habana del Este resultó ser un gran acierto de los organizadores y una magnífica oportunidad para los atletas, cuando restaba poco más de un mes para el inicio de los xix Juegos Panamericanos de Santiago de Chile 2023.
Y Juan Carley aprovechó muy bien la ocasión. No solo se ciñó la corona al mandar el redondo implemento hasta los 18,76 metros, también probó su virtuosismo al relegar a la segunda posición al mexicano Jairo Morán (18,20), ganador de la medalla de plata en los xxiv Juegos Centroamericanos y del Caribe, clausurados en julio último.
Vale recordar que en esos Juegos, el giraldillo estuvo lejos de sus propias marcas. Con un lanzamiento de 17,97 metros concluyó en la octava plaza, en justa dominada por los aztecas Uziel Muñoz (20,81) y el ya mencionado Jairo Morán (19,18).
Con 21 años cumplidos el pasado mes de febrero, el fornido atleta habanero ya debe comenzar a codearse exitosamente con competidores de la categoría sénior en certámenes más exigentes. Su currículo como juvenil lo avala para ese esperado salto.
Hace dos años, con disparo de 19,73 metros, subió a lo más alto del podio en el xviii Campeonato Mundial Juvenil, cuya sede fue Nairobi, Kenia. En 2022, con 18,09 metros, también reinó en los I Juegos del Caribe, en Guadalupe. Y en este 2023 se apropió del metal dorado en los V Juegos del Alba, aunque para conseguirlo solo tuvo que enviar la pesada esférica hasta los 17,56 metros.
La búsqueda de registros superiores y sostenidos ha de ser un objetivo impostergable —y completamente accesible— para el capitalino y su entrenador. Cumplir ese propósito rara vez se logra con facilidad.
Si bien el rigor en el entrenamiento no le falta, sin ahondar en detalles más específicos, insertarse en eventos de primer nivel pudiera ser el próximo y necesario paso para que el novel cañón nacido en la mayor urbe cubana haga llegar sus balas cada vez más lejos.
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