Cerca de un centenar de activistas de la solidaridad con Cuba en Washington D.C. se movilizaron en la tarde del lunes, a pesar de la lluvia, frente a la embajada cubana para denunciar el ataque terrorista con dos cocteles molotov lanzados contra la sede diplomática en la noche del domingo.
No ha sido el primer ataque contra la Embajada. Hace tres años, un hombre armado con un fusil automático tiroteó el edificio a las 2 am, y todavía se espera que las autoridades estadounidenses lo procesen.
La National Nework on Cuba (NNOC), coalición que agrupa a más de 50 organizaciones que trabajan para que se levante el bloqueo de Estados Unidos a Cuba y el gobierno de Biden la saque de la espuria y mentirosa lista de estados que promocionan el terrorismo, entre las que convocaron a la manifestación solidaria.
Llamamos al gobierno de Estados Unidos a investigar los ataques contra la embajada cubana, los que son actos de terrorismo. Nuestra solidaridad jamás será quebrada o bloqueada, dijeron en el acto en que estuvieron presentes Pastores por la Paz, ANSWET Coalition, Blacks4Peace, Codepink, Alliance for Cuba, Claudia Jones School for Political Education y la Alliance for Cuba Engagement and Respect, y otras que también se han expresado en las redes sociales.
Los amigos solidarios han instado al gobierno de EE. U.. a llevar a los perpetradores ante la justicia y garantizar que la embajada y su personal estén seguros y protegidos como lo exige la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas, pues corresponde a los Estados Unidos proporcionar mayores medidas de protección y seguridad de acuerdo con sus obligaciones legales, dijeron.
En respuesta a una solicitud de CNN tras el atentado, el Servicio Secreto informó que «después de las 8 de la noche hora local personal de la Embajada de Cuba contactó al Servicio Secreto para reportar que un individuo había lanzado un artefacto incendiario (cóctel Molotov) al edificio. Elementos del Servicio Secreto iniciaron una investigación. Nadie está en custodia hasta al momento y se trabaja de cerca con funcionarios de la embajada, la policía de Washington y el Departamento de Estado en la investigación».
nyr/ Juventud Rebelde
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