Foto; Guerrillero
Texto: Rosa Pérez López
"Algún día vas a sentirte orgullosa de nosotros", le dijeron a Esther Montes de Oca sus hijos Luis y Sergio Saíz aquel 13 de agosto de 1957, cual si se tratara de una premonición adolescente o quizás de una madura convicción.
Era el cumpleaños del joven abogado que cuatro años atrás asaltara el cuartel Moncada llevando en el corazón las doctrinas del Maestro, y los hermanos Saíz Montes de Oca no querían pasar por alto la ocasión de conmemorar tan significativa fecha con una acción revolucionaria en San Juan y Martínez. El pinareño poblado donde vivieran Luis y Sergio, en un amoroso hogar devenido fragua de sus inquietudes artístico-literarias y del martiano anhelo de que Cuba llegara a ser una república "con todos y para el bien de todos".
Con ese afán aquel 13 de agosto salieron a las calles que habían sido escenario de sus juegos infantiles, de sus primeros amores, de sus tempranas luchas por la libertad y la justicia social. Las mismas calles donde fueron tronchados por balas asesinas los dieciocho años de Luis y los diecisiete de Sergio, mas no el futuro que habían vislumbrado para Cuba los hermanos Saíz... multiplicados hoy en el quehacer cultural de los más jóvenes creadores cubanos.
"Algún día vas a sentirte orgullosa de nosotros", le dijeron hace sesenta y seis años a Esther Montes de Oca sus hijos Luis y Sergio, tal vez sin suponer entonces que su martirologio los elevaria a lo eterno para que la Patria entera los contemplara por siempre con orgullo.
nyr
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