Fotos: Jorge Luis Sánchez Rivera
Por Ricardo R Gómez Rodríguez
A veces para evitar un "apagón" en un barrio, se decide afectar la economía, pero luego falta el cemento, los aceros, o renglones provenientes de la agricultura, lo cual también perjudica a todos. Por eso es vital lograr una conciencia integral de la necesidad de ahorrar energía eléctrica.
La diputada Yanet Hernández Pérez, presidenta del Gobierno en La Habana, puso un ejemplo: recientemente hubo que quitar un transformador, ante la escasez de los mismos, en una mini industria del municipio de Mariano para poder dar servicio a dos consejos populares, pero por esa causa dejó de producirse alimentos destinados a la ciudadanía... esos mismos consumidores que luego se preguntan por qué falta esto, o lo otro.
Sólo en la capital durante las últimas semanas se efectuaron 50 transformadores, principalmente por la sobrecarga. Es decir, al excederse la demanda de energía, los equipos no soportan y sufren averías.
Según informó Vicente de la O Levy, ministro de Energía y Minas, este verano viene rompiéndose diariamente el récord de rotura de transformadores. Hay noches -dijo- que explotan 21 de esos medios.
Esas cifras son alarmantes, porque ante las limitaciones económicas del país, déficit de componentes y recursos, es mucho mejor prevenir, ganar conciencia en la importancia del ahorro, que luego sufrir los incómodos apagones durante horas, mientras los trabajadores electrónicos resuelven la situación. Cuando ocurre una rotura de este tipo, la rehabilitación demora mucho más.
Otro ejemplo: en Centro Habana y La Habana Vieja, las acciones en caso de avería son complejas por tener el sistema soterrado. Esos son unos de los lugares con mayores crecimientos del consumo, el cual supera cinco veces el de etapas anteriores. Influye allí el aumento de negocios de nuevos actores de la economía, a quienes también le pidieron colaboración para ser más racionales en el uso de la electricidad.
La situación expuesta en cuanto a roturas, repercute también en otro servicio vital, el suministro de agua, afectado por la misma causa.
Todo tiene que ver con todo. Los diputados son portadores del reconocimiento del pueblo al esfuerzo gigante de obreros, especialistas y directivos de la Empresa Eléctrica. Acostumbro a decir que ellos no son los que quitan la luz, sino los que la ponen.
Pero para comprender la epopeya que hoy se libra en Cuba, en medio del cerco económico, financiero y comercial de Estados Unidos, es necesario invertir unos 316 millones de dólares, para seguir rehabilitando paulatinamente este sector, de acuerdo a datos del ministerio del ramo.
El país reinició la fabricación e importación de transformadores y avanza en el mantenimiento de centrales eléctricas, pero ese esfuerzo y la voluntad política, deben acompañarse del aporte que cada cubano pueda hacer en una tarea aún pendiente: ganar en la conciencia integral del ahorro.
nyr
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