El presidente cubano, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, recordó este sábado que hace 70 años una representación de lo mejor de la juventud cubana asaltaba los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes. “Como mártires o como héroes, sin ellos mismos saberlo, iban a entrar en la historia”, afirmó.
“Dos de aquellos muchachos nos acompañaron en esta sesión, el General de Ejército Raúl Castro, líder de la Revolución, y el comandante Ramiro Valdés Menéndez. A ellos, en primer lugar, quiero dedicar mis palabras.
“No se trata solo de un acto de justicia histórica, sino de dos hombres que continúan asaltando fortalezas todos los días con el pie en el estribo de las dificultades y el fusil apuntando hacia los errores”, dijo el mandatario al intervenir ante el plenario de la Asamblea Nacional.
Consideró que el reciente periodo de la Asamblea “ha sido bueno”, incluyendo el llamado de Lazo y otros diputados a ponerle nombre y apellidos, causas y posible solución a nuestros problemas, “esos que no tienen que ver de manera directa con el bloqueo o que refuerzan el omnipresente bloqueo por inacción, apatía, insensibilidad, incapacidad o por simple cansancio y falta de fe en que será posible vencer las dificultades".
“Se han abordado con sentido de urgencia y sin prejuicios los problemas de nuestra difícil cotidianidad, como la producción de alimentos, la generación eléctrica, la disponibilidad de agua, la delincuencia, la creciente inflación, los precios abusivos.
“Lo hemos hecho sin abandonar asuntos pendientes y de carácter estratégico como la política del Estado para la atención a la niñez, la adolescencia y las juventudes y la Ley del Código Penal militar”.
Destacó que se ha constatado en estos meses el vínculo de los diputados con la población.
“Estos meses de intercambio con el pueblo en la calle, en los barrios, han sido la prueba de lo que significa trabajar con el oído pegado a la tierra. Una asamblea en sesión permanente desconectada del pueblo que la eligió no puede llamarse nunca una asamblea del poder popular.
“No podemos olvidar nunca que los enemigos de la nación cubana apuestan a fracturar la unidad nacional, a separar al pueblo y su gobierno, a que nos cansemos de insistir, a que bajemos los brazos, a que creamos que es preferible el camino de la rendición a resistir. Pero la opción de rendirnos fue borrada del ADN de los cubanos.
“Y no lo digo por capricho o porque nos plazca el sacrificio, o nos creamos una nación elegida. Es que basta mirar a quienes se rindieron o fueron sometidos por un poder superior, aparentemente invencible: ellos perdieron la nación, el ideal y el destino de sus países.
“No me imagino a Cuba sin la fuerza moral de su partido y sin la organización, la planificación, la preocupación permanente de un Gobierno cuya principal misión consiste en garantizar salud, educación, alimentación y servicios públicos, gratuitamente algunos y otros al menor costo posible”.
Todo esto –subrayó– bajo las terribles condiciones de un bloqueo reforzado y la inclusión de Cuba en la infame lista de paises patrocinadores del terrorismo, que busca boicotear cualquier posibilidad de recuperación económica, cerrando todos los accesos a posibles ingresos y oportunidades de financiamiento.
“Es muy perversa esa política, que no se limita al espacio económico y financiero. Se sabe que la mayor fuerza de Cuba está en su pueblo y en su resistencia emblemática. Por eso también nos atacan sembrando matrices de ingobernabilidad, Estado fallido e inseguridad ciudadana”.
El plan –continuó el presidente cubano en su intervención ante los diputados– “es desacreditar la unidad nacional. A ese propósito aportan algunos, desde las posiciones más extremas, desde la derecha, convocando a privatizarlo todo y al cambio de sistema, y también desde una supuesta izquierda demonizando cualquier espacio al mercado”.
Advirtió que “los extremos se tocan y hay más posiciones: la crítica lapidaria al término socialismo y a cualquier intento de solución y de hacer una gestión gubernamental. A algunos les cansa hablar del bloqueo. Otros inventan teorías a la teoría, como si los clásicos hubieran negado la dialéctica.
“Se olvidan de que su importante aporte teórico no concibió la construcción socialista en una nación pequeña, bloqueada por más de 60 años y vecina del mayor imperio que es, además, su enemigo”.
Añadió que ese gigantesco factor externo gravitando contra el desarrollo del país “coincide en el tiempo con esta tendencia a la profundización del capitalismo neoliberal que ha empujado a la humanidad a los mayores grados de desigualdad y exclusión social jamás conocidos. Mientras, Cuba iba y va a contracorriente tras un proyecto de justicia social”
Lo más cómodo –prosiguió Díaz-Canel– hubiera sido abandonar la batalla, sumarse a la corriente global, renunciar a ese proyecto y sálvese quien pueda. “Pero elegimos el camino más difícil, el más digno”.
En este escenario, el mandatario llamó a evitar confusiones. “Justicia social no significa, ni se puede reducir, a asistencialismo ni igualitarismo. Es repartir la riqueza creada por todos entre todos, pero de modo diferenciado, de manera que gane más quien aporta más, y se asista fundamentalmente a los que están imposibilitados de aportar”.
Para ello –subrayó– primero es preciso crear esa riqueza, “y en esa tarea estamos lejos de aprobar todavía”.
El presidente reafirmó que la guerra económica y comercial de Estados Unidos contra Cuba, particularmente su extraterritorialidad, junto con la crisis económica mundial, la lenta recuperación de la pandemia y el efecto de conflictos bélicos, continúan siendo obstáculos para la estrategia de reanimación de la economía en el corto, mediano y largo plazos.
A pesar de estos obstáculos, el informe de la economía y la liquidación del presupuesto del primer semestre del año manifiestan que las medidas de implementación, sin llegar todavía a los resultados esperados, indican una muy ligera tendencia a la recuperación.
“Cada medida tiene riesgos en su implementación. Por eso insistimos en que su implementación siempre tome en cuenta el tratamiento a dar a las personas y familias en situación de vulnerabilidad, para evitar en ellas impactos negativos”.
Sobre el sistema electroenergético nacional, dijo que aún cuando este no funciona en óptimas condiciones, se ha ido recuperando como parte de la estrategia trazada por el país.
En sintonía con lo expuesto a los diputados por el ministro de Energía y Minas, señaló que la situación en el actual mes de julio es mucho más favorable que en 2022 a pesar del incremento de la demanda. “Se han realizado mantenimientos a varias plantas térmicas y a motores de generación distribuida, por lo cual se ha podido recuperar capacidades y llegar a esta fecha en mejores condiciones”.
“La palabra empeñada se cumplió”, afirmó, y agregó que los trabajos continúan hacia la recuperación energética a largo plazo.
En cuanto a la recuperación de la industria turística, afectada por la inclusión de Cuba en la lista de países patrocinadores del terrorismo y otros problemas relacionados con la logística, el combustible y la energía, dijo que no hemos superado los 3.5 millones de visitantes proyectados para el año.
“Necesitamos un ritmo de crecimiento que supere todos los indicadores de crecimiento de 2021 y 2022”, apuntó.
Más adelante, resaltó que se ha iniciado el rescate de la intervención y ampliación del mercado cambiario, lo cual ha permitido canalizar al sistema empresarial más de 110 millones de dólares, con repercusión en la economía nacional y la producción de bienes y servicios. Destacan los programas de producción de alimentos (arroz, frijoles, huevos, carne de cerdo), la industria manufacturera y otros sectores.
“Esto es aún insuficiente”, reconoció.
En cuanto a la inversión extranjera, comentó que como resultado de las visitas oficiales de los últimos meses se establecieron las bases, proyectos y programas mutuos de inversión en sectores como la energía, la agricultura, incluida la industria cañera, dándose los pasos gubernamentales y empresariales para su materialización en el segundo semestre.
“Ello permite crear las condiciones para la recuperación de la capacidad industrial y de investigación, con impacto favorable en la recuperación energética y la exportación de derivados del petróleo.
“Se han ejecutado los mecanismos y sistemas de trabajo para recuperar los ingresos provenientes de las remesas y otros servicios asociados a la captación de divisas, abriendo nuevos canales y diversificando los existentes, incluidos aquellos que emplean las criptomonedas cumpliendo la legislación vigente”.
nyr/Cubadebate
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