Foto: ACN
La representación en Cuba de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) confirmó el mantenimiento de su asistencia técnica a un proyecto encaminado a mejorar la gestión y protección de la biodiversidad marina en el golfo de Guacanayabo, en la provincia de Granma.
Un comunicado de la oficina de la FAO en la mayor de las Antillas, publicado en su sitio web, señaló que la iniciativa contribuirá a la conservación de la biodiversidad marina a través del manejo de los recursos pesqueros y otros marino-costeros de esa ensenada oriental.
Incluye los municipios costeros de Amancio Rodríguez, en la provincia de Las Tunas; Manzanillo, en la de Granma; y Santa Cruz del Sur, en la de Camagüey, agregó, e indicó que su implementación está a cargo del Centro de Investigaciones Pesqueras y con financiamiento del Fondo Mundial para el Medio Ambiente.
Añadió que uno de sus objetivos esenciales consiste en ampliar las opciones económicas y mejorar la calidad de vida de los habitantes de esas áreas, con énfasis en el empoderamiento de las mujeres que laboran en la industria pesquera.
En recientes declaraciones, la coordinadora nacional del proyecto Lirialis García Mesa, explicó que su aplicación actualizará la información sobre el estado de las principales especies pesqueras y los hábitats marino-costeros asociados al Golfo de Guacanayabo.
Asimismo, se prevé bajar la presión sobre los recursos pesqueros mediante el incremento y diversificación de alternativas productivas sostenibles, incluida el maricultivo multitrófico (forma de acuicultura marina de bajo impacto ambiental), y el desarrollo de nuevos productos que mejoren la cadena de valor de la pesca artesanal. .
La FAO citó también a Mercedes Isla, subdirectora de ciencia y técnica del Centro de Investigaciones Pesqueras, quien señaló que el proyecto constituye una contribución a la sostenibilidad de las pesquerías y brinda alternativas a las comunidades para mejorar el equilibrio ecológico y la salud de la biodiversidad.
Opinó que todo ello puede lograrse mediante la aplicación del Enfoque Ecosistémico para la Pesca y la Acuicultura, estrategia promovida por la FAO para ampliar los marcos de planificación, desarrollo y ordenación de la pesca y la acuicultura, que tienen en cuenta los efectos de otros sectores sobre ambas y de los ecosistemas.
En la relación de sus acciones aparecen la actualización de la base regulatoria y el estado poblacional de especies de importancia ambiental global; la ampliación de las zonas de exclusión pesquera para garantizar la conservación de las áreas de crianza y el ambiente lagunar-costero.
Igualmente, la capacitación a organismos de control para la eliminación efectiva de la caza furtiva y el uso de artes de pesca inadecuados.
Esta es una contribución a la Ley del Sistema de los Recursos Naturales y el Medio Ambiente, aprobada en mayo del pasado año, y que tiene entre sus propósitos frenar la pérdida de la diversidad biológica, y está alineada con la Ley de Soberanía Alimentaria y Seguridad Alimentaria y Nutricional.
Más del 55 por ciento de las especies endémicas del Caribe conviven en la plataforma insular del Golfo de Guacanayabo que alberga algunos de los manglares, pastos marinos y arrecifes más abundantes y mejor conservados de la región, en el que habitan unas 979 especies de fauna marina.
La zona es compartida con Colombia, Estados Unidos, Costa Rica, Jamaica y otros países, y sus principales problemas se relacionan con la pérdida de la diversidad biológica marino-costera y el declive de las pesquerías marinas, como resultado de prácticas insostenibles, la degradación ambiental y los impactos del cambio climático.
nyr/ACN
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