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Servando y la memoria de los borrados

 

Óleo de Servando Cabrera Foto: Museo Nacional de Bellas Artes

Sus transparencias, sus cuerpos, en amasijos; sus rostros y sobre todo, sus dibujos, están ahí, contando su historia. La exposición Servando Cabrera Moreno: La memoria de los borrados, es un recordatorio de cosas que no pueden olvidarse.

Óleo de Servando Cabrera Foto: Museo Nacional de Bellas Artes

Inaugurada en el Edificio de Arte Cubano del Museo Nacional de Bellas Artes y programada hasta el 5 de septiembre, la muestra se inserta en el homenaje al pintor en el centenario de su natalicio y, según el mnba, “adquiere particular notoriedad; pues, por primera vez, dialogan en un mismo espacio obras en soporte tela o papel del artista, atesoradas por el Museo Nacional de Bellas Artes, el Museo Biblioteca Servando Cabrera Moreno, la colección Los Carbonell y la Galería NG Art”.

Con curaduría de Teresa Toranzo y Rosmery Rodríguez, es una suerte de viaje a la vida de Servando, mediante piezas de diferentes formatos, dibujos y pinturas, en las que el pintor dejó plasmado un sello que permite reconocerle sus trazos, sus colores, sus fi guras y tal vez, hasta sus deseos.

Como curiosidad, esta expo llega 80 años después de su primera exposición personal, realizada en el Lyceum de La Habana en 1943. Las obras de Servando han sido expuestas en Estados Unidos, Polonia, Holanda, España, Francia, Bélgica, Bulgaria, Rumania, entre otros países. 

No pudieron ocultarlo quienes trataron de silenciar su obra, apoyados en criterios extremistas que hoy sonrojan a muchos menos, su maestría y su excepcionalidad no pudieron ser calladas y regresan
para decirnos: “Soy yo, Servando Cabrera Moreno”. Allí están en el Museo Nacional de Bellas Artes, en la biblioteca del icaic, murales que exponen su participación como intelectual y artista en el Cine
Cubano.

Este homenaje incluyó la presentación, el 9 de junio, del libro y del documental titulados La hora azul, acerca de la obra de este artista cubano, que vivió entre 1923 y 1981 y tiene todavía mucho que decir porque su memoria no podrá más ser borrada.

nyr/Tribuna de La Habana

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