Aunque todavía a los Leones de Industriales les faltan cuatro o cinco rugidos para derribar las pesadas puertas de entrada a la postemporada, lo cierto es que solo una debacle de grandes proporciones lo puede impedir.

Después de la tremenda remontada felina que los impulsó a saltar por encima de la valla que divide la zona de clasificación y cayeron en su hábitat natural, creo que ya no hay fantasma ni equipo en esta Serie Nacional que los pueda expulsar de allí.

Además de toda esa caja de herramientas que poseen, del momento que viven y de la propia inercia de la esprintada, todos los factores están de su lado en esta recta final.

Sin contar a los Huracanes de Mayabeque, con los que aún se baten por estos días, cinco de los seis equipos que se encuentran inmersos en la batalla por los cupos perdieron la serie particular contra ellos, lo que los obliga a obtener una victoria más para poder desplazarlos.

La tropa de Guillermo Carmona, además, tiene pocos juegos suspendidos, y no tendrá a última hora que recorrer la Isla para cumplir una apretada agenda, un privilegio que muchos de sus contendientes no poseen.

A todo esto hay sumarle el buen estado físico en que se encuentran sus atletas y el excelente acople que han hecho con la dirección del equipo, elementos que les han permitido ir mejorando poco a poco todos los departamentos de juego y recobrar el brío que a través de los años han exhibido los equipos de la capital.

La afición también tiene un papel muy importante en esta historia, y aunque no ha desbordado el Coloso del Cerro como en años anteriores, las peñas deportivas, algunos negocios particulares y Mypimes, han contribuido con la motivación grupal al premiar a los jugadores más destacados, punto en el que los dirigentes provinciales deberían tener más protagonismo, como ocurre en otros territorios.

Ahora, ya la bandera azul de las letras góticas está ondeando en esta pradera donde los Leones son reyes por naturaleza con sus 12 trofeos ganados a lo largo de la historia, y el reto es seguir avanzando para tratar de concluir en un puesto que les dé la mayor ventaja posible en los duelos de playoffs.

Ya demostraron que conservan intacta la estirpe de sus antepasados gloriosos, y que a pesar de algunas ausencias notables, pueden continuar el viaje. La mezcla de jugadores experimentados y novatos ha dado buenos resultados, y solo queda esperar para ver si son capaces de llegar hasta el final. Nos vemos en el estadio.

nyr/Tribuna de La Habana