Foto: Gabriel Valdés Valdés
Muy poco o nada se ha beneficiado el occidente
de Cuba con las aguas de los últimos días. Si bien es verdad que el oriente se vio
afectado con torrenciales aguaceros que pusieron en jaque a los habitantes de esa
porción de la Isla, los del extremo oeste, en particular los capitalinos, esta vez
nos quedamos con las ganas, y para ver la recuperación e incremento de nuestras
reservas hídricas, tendremos que esperar nuevas oportunidades; cifradas las esperanzas
en un período húmedo, que recién acaba de comenzar y habrá de extenderse hasta el
cierre de noviembre.
Para que se tenga una idea, del primero
al 19 de junio -mes más lluvioso en la Mayor de las Antillas-, el acumulado nacional
fue de casi 194 mm, el 166% de la media histórica para el período (117 mm), mientras
oriente y el centro reportan 236 mm (263%) y 229 mm (183%), respectivamente, occidente
tuvo que contentarse con 98 mm, lo cual representa el 71% de los registros históricos,
fijados en 138,7 mm.
Por su parte, La Habana, aunque no en
volúmenes significativos, es una de las dos únicas provincias (Cienfuegos, la otra),
que experimentaron descensos en sus embalses superficiales (para todos los usos),
en los contemplados primeros 19 días del mes corriente.
De las principales cuencas subterráneas
que abastecen la provincia, el punto rojo apunta a Ariguanabo, que aunque en ascenso
–el nivel creció 0,02 m, comparado con la semana precedente, es decir 9,6 millones
de m3 cúbicos-, no ha podido superar el estado crítico, de ahí que los pobladores
de La Lisa, Marianao y Playa -municipios que abastece- estén entre los más afectados
de la ciudad.
En cuanto al resto de los acuíferos subterráneos,
Almendares-Vento exhibe un estado normal, pero con tendencia al decrecimiento, y
una cobertura de 166 jornadas; Jaruco, por su parte, desciende, peor lo hace desde una situación desfavorable,
y Cuenca Sur es la única, que a partir de la normalidad, experimente una tendencia
hacia la estabilidad.
Con 48 mil 239 habitantes, La Habana concentra,
en estos momentos, la mayor cantidad de personas afectadas por la sequía, de los
cuales a 13 mil 781 le han extendido el ciclo de entrega, a otros 30 mil 548, los
horarios, y tres mil 910 les está llegando pipas mediante.
Elías Argudín
amss/Tomado de Tribuna de La Habana
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