Estudiantes de 4to grado del municipio de Playa recibieron la réplica del anillo que usara el Apóstol.
Texto y fotos: Ernesto
Ustariz
Las actividades en honor a José Martí no
se detienen, y no hace falta un día específico para rendirle homenaje.
Y es que mantener viva las enseñanzas del Apóstol, sobre todo en las nuevas generaciones,
es uno de los principales objetivos de la Sociedad Cultural José Martí. Y es precisamente
esta organización, junto al Movimiento Juvenil Martiano y el Ministerio de Educación
en La Habana quienes durante este mes entregan la réplica de Martí a estudiantes
de 4to grado.
Esta es una iniciativa surgida en 1997,
que hasta ahora solo se hace en esta capital, que vincula tanto el amor materno
como el homenaje a Martí. En una sencilla ceremonia, con más valor moral
y sentimental que de otro tipo, las madres de los pioneros le ponen una réplica
del que usara el Héroe Nacional.
El acto provincial fue realizado el 19 de
junio en el parque Leonor Pérez, aunque antes y después se realizan las actividades
municipales. Hoy 21 de junio fuimos testigos de la entrega en el municipio de
Playa, celebrado en la escuela Vo Thi Thang.
En el caso del anillo que se entrega, es
una replicara del que usara en vida el Apóstol y que se aprecia claramente en el
óleo del pintor sueco Herrman Norman. Realizado por Agustín de Zéndegui con un eslabón
que conservaba de sus cadenas del presidio, y entregado por su madre, Leonor Pérez,
en 1887, tenía escrita la palabra CUBA.
Aunque la entregada actualmente no es una
réplica fiel, pues se guía por escritos de conocidos de Martí que describían la
parte de la inscripción como una vitola de tabaco, siendo actualmente ovalada y
en esa época rectangulares. Como quiera que sea, constituye este un homenaje al
Apóstol, que a través de la relación de los niños con sus madres y del propio Martí
con la suya, sirva para motivarlos en el estudio de la obra del más universal de
todos los cubanos.
amss/Tomado de Tribuna de La Habana
La actividad une el homenaje a estudiantes destacados, el amor filial y la recordación a José Martí. |
Allí los estudiantes más integrales de cada
una de las escuelas del territorio, acompañado por sus padres, recibieron el galardón.
Tales fueron los casos de Marcelo Acosta y Sofía Cid, de la propia escuela, que
resultaron los más destacados de su centro, gracias a su accionar en la docencia,
concursos y actividades martianas, aunque los nervios no le permitieron contar mucho
de lo que hicieron y que les valió ser reconocidos por sus compañeritos y profesores.
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