A fin de vincular la historia de la localidad con el rescate de las tradiciones, en el municipio de Arroyo Naranjo se celebrarán los Festejos de Ponce, poblado que este año celebra el aniversario 274 de su fundación. En esta ocasión las fiestas serán los días 17 y 18 de junio, según informó a Tribuna de La Habana, Yanelis Valdés Diago, comunicadora de la Dirección Municipal de Cultura.

El sábado 17 a las 9:00 a.m. sesionará la Asamblea Solemne, presidida por el Gobierno municipal, en el Palacio de los Pioneros del territorio.

Ese día a las 10:00 de la mañana comienzan los festejos en la calle San Antonio y Ponce con música variada y ofertas gastronómicas. A las 9:00 de la noche se presentará la agrupación musical Gitanos. El domingo 18 los más pequeños disfrutarán de actividades infantiles y de Deporte, de 10:00 a.m. a 12 m.

Festejos de años anteriores. Foto: Cortesía de la Comunicadora de la Dirección Municipal de Cultura

El espectáculo Un canto de amor estará bajo la dirección artística de Rafael La O Sardiñas, el presentador será Raymel Campos y contará con la participación del proyecto sociocultural Cascabelitos, Premio Nacional de Cultura Comunitaria, bajo la dirección Abel Ramos; así como los titiriteros Mary y Bartolo, la agrupación danzaría Arcoiris, de la instructora Yanet Praderas de la Casa de Cultura 13 de Agosto del consejo popular Eléctrico.

También se presentarán los grupos danzarios Baila Conmigo y Passioni, de la Casa de Cultura Carlos Enríquez del consejo popular Managua. Habrá variedades circenses con Juegos de Malabares que interpretará Ricardo Picallo, del Circo Nacional de Cuba. Asimismo, participarán jóvenes instructores de arte de la Brigada José Martí (BJM).

Foto: Cortesía de la Comunicadora de la Dirección Municipal de Cultura

Acerca de la historia de los Festejos de Ponce

Esta fiesta recibía el nombre de Fiesta de San Antonio de Padua, santo patrón del poblado de Arroyo Naranjo, y se celebraba, invariablemente, del 13 al 15 de junio desde la época colonial. A los festejos asistían los habitantes de las zonas aledañas y era una forma de rendir tributo al santo patrón del poblado.

Precedía a la fiesta principal todo un ceremonial religioso, en el cual los creyentes católicos se reunían en la puerta de la iglesia para de allí partir en procesión, portando imágenes de los santos más venerados, encabezados por la de San Antonio de Padua.

Foto: Cortesía de la Comunicadora de la Dirección Municipal de Cultura

Antes de comenzar la procesión, en la Iglesia del pueblo se realizaba un repique de campanas que anunciaba el inicio de los festejos. A las seis de la tarde la procesión partía encabezada por la imagen del santo patrono del pueblo y acompañada, generalmente, por una banda de música.

Durante su recorrido, los pobladores llevaban un cirio encendido en sus manos. Algunos que por motivo de edad o de salud no podían participar en ella, esperaban su paso, también con un cirio encendido entre sus manos. Al concluir la procesión, por lo general se iniciaba el bailable que podía durar hasta horas de la madrugada del día siguiente. Era costumbre entre los pobladores estrenarse una muda de ropa el día del Santo Patrono y acudir a las fiestas en su honor calzando zapatos blancos.

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