Fotos: Tomadas de Radio Enciclopedia
Una y otra vez la Galería Galiano abre sus puertas
para exhibir la obra de noveles artistas del panorama del arte cubano contemporáneo.
En esta ocasión, se realiza un acercamiento a la obra Tierra
de Nadie, de Víctor Manuel Ojeda.
La curaduría a cargo de Patricia Santos Hernández
consigue esbozar los presupuestos más puntuales de la obra de este creador; piezas
de series como Tierra Santa, Lugares Vectoriales y Nubes cubren las paredes de una
galería conocida ya por su álgida tarea de promoción artística.
Lo paisajístico ocupa un lugar trascendental en
la exposición y denota cómo el artista consigue desdoblarse y asumir el paisaje
desde disímiles ópticas, desde escenas lúgubres, donde prima lo monocromático y
los ambientes sombríos; hasta paisajes floridos con colores estridentes, pasando
por la incorporación de estructuras arquitectónicas y geométricas. Estos elementos
que nos recuerdan un tanto la pintura enigmática y metafísica del maestro italiano
Giorgio de Chirico.
La búsqueda de la naturaleza secreta de las cosas
parece ser una constante en la obra de Víctor Manuel Ojeda, y Tierra
de Nadie es una oda a esta tesis. Los lienzos, las texturas y los
colores constantemente están emitiendo sensaciones al espectador. Las piezas emanan
tanto emociones pasivas, desde imágenes oníricas, conceptos destructivos, mediante
formas que aluden a pasajes oscuros de la historia de la humanidad, como “el hongo
nuclear” tras la bomba de Hiroshima.
El creador se agarra de su forma particular de
contemplar el paisaje, y regala al público un paseo por un universo inédito, donde
el buen arte prima por encima de todas las cosas. La exposición se encontrará abierta
al público durante el mes de abril.
Marcos Harold Linares
García
amss/Tomado de Radio Enciclopedia
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