El bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por el gobierno de Estados Unidos contra el pueblo de Cuba viola el derecho a la vida y a la salud en el país, y causa pérdidas millonarias cada año, como sucede a diario en el servicio de Cardiología del Hospital Provincial Manuel Ascunce Domenech, de esta ciudad.
La entrada de insumos y tecnologías necesarias para el desarrollo de la atención médica se ve afectada una y otra vez, por la incidencia negativa de esa política genocida, la cual además de no aceptar la comercialización directa, prohíbe a terceros países realizar cualquier tipo de transacciones con la nación caribeña.
Al visitar recientemente el servicio de Cardiología de la citada institución médica camagüeyana, los ojos brillosos de Bárbara Guerrero Ávila indicaban que algo no estaba bien, enseguida aceptó conversar y comentó a la Agencia Cubana de Noticias que su mamá se encontraba reportada de grave tras 28 días interminables en espera del marcapaso que le devuelva la fuerza y deseos de andar.
En diciembre del 2022 se puso muy malita, con inflamación en varias partes del cuerpo y se empezó a notar muy decaída, aquí la atienden con todo lo que pueden pero lo imprescindible para que esté mejor no está, aseguró la hija de Rosa Verena Ávila, una de las más de 20 pacientes que esperan hoy por la llegada de los generadores eléctricos (marcapasos) que ayudan al funcionamiento del corazón.
Ángel Esteban Miranda Fragoso, especialista en Primer Grado de Cardiología expresó que es muy doloroso ver como de manera inhumana esa política hostil afecta directamente a los pacientes, a su bienestar y en muchos casos compromete hasta sus vidas.
Ante esos casos, el galeno explicó que se emplea la alternativa de hospitalizar a los pacientes para tratar de mantenerlos compensados y lograr una buena funcionabilidad del órgano, esta realidad prolonga la estadía de esas personas e imposibilita la disponibilidad de camas para nuevos ingresos que también lo necesitan.
El también subdirector clínico del centro asistencial agramontino se refirió a que antiguamente estas patologías eran más comunes en la tercera edad pero en la actualidad, es notable el incremento de padecimientos cardiovasculares en niños, adolescentes y jóvenes, una luz roja para la medicina cubana sin acceso hoy a la obtención de válvulas intracardiacas, dispositivos intravasculares de arterias coronarias, y equipos de alta tecnología.
Entre ellos se incluyen ecocardiógrafos, ventiladores mecánicos, cardiodesfibriladores para recuperar a los enfermos de paradas cardiorespiratorias, jeringuillas perfusoras, bombas de infusión y perfusión, entre otros tantos que se encuentran en la larga lista para lograr una adecuada atención cardiovascular, señaló Miranda Fragoso.
Aunque es meritorio reconocer la gran labor que realizan los técnicos y especialistas del Centro Provincial de Electromedicina, existen muchos casos que demandan de la reposición de la pieza y en otros casos el cambio del equipamiento en su totalidad.
Por si fuera poco, a Cuba se le niega el acceso a la literatura médica, a sitios de internet creados con el objetivo de facilitar el libre intercambio de información y softwares imprescindibles para el diagnóstico de diversas enfermedades.
nyr/ACN
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